LA CALIDAD DE GOBIERNO
Dr. Patricio Moncayo, PHD. 1
RESUMEN
El artículo trata de la brecha entre los momentos electoral y gubernamental. Este desfase es analizado a la luz de
los procesos de democratización ocurridos en las primeras décadas del siglo XXI.
Los autores consultados enfocan, desde distintos ángulos, la calidad de la democracia, en función de sus resultados.
Palabras Claves: buen gobierno, representación, prácticas políticas, gobernabilidad, situación, micropolítica, ca-
pacidad tecnopolítica
ABSTRACT
The article approaches the gap between two moments: elections and goverment. This i analyze in the democratic
process ocurred at the beggining of this century.
The authors consulted discuss democratic quality, through different sights, pointing its outcomes.
Keyworks: good goverment, representation, policy practices, governance, situation, micropolitics, technopolitic
capacity.
1 pmoncayo58@gmail.com
INVESTIGADOR INDEPENDIENTE
Artículo enviado: 10/02/2020 - Aceptado: 28/02/2020 - Publicado: Abril 2020.
Revista de la Academia de Guerra del Ejército Ecuatoriano, Volumen 13. Núm. 1 Abril 2020. pp. 40-51
LA CALIDAD DE GOBIERNO
1. Introducción
En primer lugar, se advierte que la política y los
Se aprecia en el mundo un proceso de desvalorización
políticos se han visto atrapados por un estilo de hacer
de los resultados de la democracia. Hay un bajo por-
política que privilegia el inmediatismo. Los ciudada-
centaje (el 28% promedio regional) que aprueba a los
nos desconfían de las promesas de los políticos. No
gobiernos por su desempeño (Informe para IDEA In-
se sienten representados por ellos. El incumplimiento
ternacional). La brecha entre el momento electoral y el
de las promesas electorales, ya se ha vuelto parte del
siguiente, el momento del ejercicio gubernamental, ha
paisaje, o sea, se ha naturalizado, como si se tratara de
dado lugar a frustraciones derivadas del incumplimien-
algo normal. Ello ha dado pie para el surgimiento de
to de las promesas electorales. Esto ha traído cuestio-
alternativas no encuadradas en los canales institucio-
namientos teóricos a la democracia electoral, y en la
nales del Estado de Derecho.
práctica a la aparición de nuevos autoritarismos.
El debate teórico entre democracia representativa
El análisis que sigue quiere dar cuenta de esos cues-
y democracia participativa, ha tenido como trasfondo
tionamientos y evaluar el recorrido de los procesos de
una polarización ideológica y política en torno a las
democratización en América latina en los últimos cua-
relaciones entre estado y mercado. Pero la alternancia
renta años. Además pretende buscar en la práctica po-
entre estos dos modelos- el neoliberal y el cifrado en la
lítica las posibles causas de esta tendencia declinante
acción protagónica del estado- revela que la suerte de
y las posibles vías para revertir tal proceso.
la democracia más que por el modelo que se adopte,
está marcada por la manera cómo actúan los gobernan-
Este análisis se fundamenta en los aportes del
tes en la práctica de su ejercicio como tales. La demo-
sociólogo francés Pierre Rosanvallon, en el Infor-
cracia no es un medio que se pone al servicio de un
me de un acreditado grupo de expertos en ciencias
determinado modelo económico, sino que tiene su pro-
políticas sobre la situación de la democracia en la
pia lógica y principios que le son esenciales. Son estos
región (Informe para IDEA Internacional 2014) y en
proyectos los que deben concordar con esos principios,
los estudios de Carlos Matus, experto en planifica-
entre los cuales figuran la libertad y la igualdad. La
ción y gobierno. En ellos se aprecia una crítica a la
prevalencia de uno u otro depende de muchos factores.
democracia electoral y una propuesta encaminada a
No solo de la voluntad de los gobernantes sino de las
combatir el mal gobierno.
condiciones y circunstancias en medio de las cuales se
ejercitan y practican los derechos políticos y sociales.
El primero traza una línea conceptual sobre la teo-
ría de la democracia. No se puede salir del atolladero
Una característica que se destaca en los procesos
solo desde la práctica de la gestión. El segundo hace
electorales de fines del siglo XX y las dos décadas del
un balance del recorrido de la democracia en América
siglo XXI, es una cada vez mayor presencia ciudada-
Latina, a partir de la calidad de la democracia, o sea, de
na que tiende a desbordar a los partidos políticos. Ello,
los resultados de la gestión en la democracia, a las tres
afirma Cheresky (Los desafíos democráticos en Amé-
décadas y media de vida democrática. Se trata, dicen
rica Latina en Elecciones presidenciales y giro político
los autores, de un análisis equilibrado que se aleja tanto
en América Latina, 2007, 19-46) ha abonado el camino
de una visión pesimista “como de una mirada simplista
para el encumbramiento de liderazgos personales, así
y autocomplaciente” (2014, 14). En él se registran los
como los intentos de una auto representación de los ciu-
avances logrados, pero también los déficits y retos que
dadanos a través de las redes sociales. En este escena-
enfrentan las democracias en la región.
rio, sostiene este autor, la diferenciación política pesa
menos que las realizaciones de gobierno. De ahí que
El tercero provee de herramientas y técnicas para
ya se hable de la irrelevancia de las ideologías, como
potenciar la gestión. Pienso que los tres enfoques abren
soporte de la actividad política. En su lugar gana fuerza
el camino para producir una segunda revolución de-
el pragmatismo, y una conducción política errática.
mocrática que no se quede en la democracia de auto-
rización, sino que avance a la democracia de ejercicio.
Ante esa nueva situación, los conceptos clásicos de
(Rosanvallon, La democracia del siglo XXI, 2017).
la teoría de la democracia se han visto confrontados
por la realidad que se ha tornado mucho más compleja,
Si bien se constata una expansión de la demo-
lo cual exige la elaboración de nuevos conceptos. Los
cracia (Elecciones presidenciales y giro político en
autores citados han acusado recibo de tal desfase, y
América Latina, 2007) a juzgar por los procesos
aportan desde la teoría una nueva manera de abordar
electorales recientes, la distancia entre las promesas
los déficits de la democracia.
electorales y la acción gubernamental ha mermado la
credibilidad en la democracia. Hay, pues, un conflic-
Ésta es la primera parte del análisis que sigue.
to entre el fortalecimiento de la democracia electoral
y la gestión de gobierno.
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2. El mal gobierno
Las elecciones parten de un supuesto que se ha
Pierre Rosanvallon en su último libro El Buen Gobier-
vuelto cada vez más alejado de la realidad: la homo-
genización. El sufragio universal, por su propia natura-
no (La democracia del siglo XXI, artículo publicado
leza, no hace distingos. Sin embargo, los electores no
en la revista Nueva Sociedad, N-269 mayo-junio de
son una masa. Mucho menos ahora, cuando asistimos
2017, 148 -162) cuestiona la teoría clásica de la elec-
al surgimiento y expansión del individualismo que des-
ción, según la cual ésta es la piedra angular de la demo-
dibuja la vinculación de los individuos con la clase, la
cracia. Sin desconocer el valor de las elecciones como
etnia o el género. La existencia individual tiene su pro-
fuente legítima del poder, considera que con ellas no
pia dinámica que rebasa la identidad colectiva.
se garantizan las funciones básicas de representación,
legitimación, control sobre los representantes electos,
Esta puede ser una de las razones para la crisis de
expansión de la ciudadanía, incentivación de la deli-
los partidos políticos. A su interior bullen intereses del
beración pública. Muchos esfuerzos se hicieron para
más diverso tipo. La ideología ya no es garantía de co-
mejorar la calidad del proceso electoral, pero ello no
hesión. Ello también socava la representación.
dio los resultados esperados.
Las elecciones dividen a los electores en mayorías
La representación sobre todo asociada a la función
y minorías. Pero tal división se sustenta en el número.
parlamentaria fue perdiendo fuerza, por la centralidad
La voluntad de todos no necesariamente representa a
alcanzada por la función ejecutiva que devino en el
un conglomerado heterogéneo. El concepto de pueblo
verdadero poder del estado. La división de funciones
hace abstracción de las diferencias cualitativas de los
dejó de ser la columna vertebral del estado de derecho.
electores. En esa perspectiva, según Rosanvallon, las
Más que el imperio de la ley, las decisiones que el Eje-
minorías cuentan más que las mayorías. Es difícil ar-
cutivo se ve obligado a tomar se convirtieron en el eje
ticular a esas minorías alrededor de un programa de
de la acción gubernamental. Los ciudadanos presionan
gobierno que marca una direccionalidad que quizá cho-
más sobre el ejecutivo en demanda de soluciones que
ca con los objetivos, intereses y valores de quienes en
al Congreso. En éste se juega la representación pero no
teoría lo suscriben. Mucho más con las expectativas y
el espacio en el que se definen las relaciones entre go-
aspiraciones de los oponentes que adhieren a un pro-
bernantes y gobernados. Para Rosanvallon estas rela-
grama diferente.
ciones han desplazado en importancia a las relaciones
de representación.
La política en esas condiciones se parece más a un
juego de azar que a un cálculo racional. Lo situacio-
La cabeza del Ejecutivo, sin embargo, no se da
nal vuelve a imponerse en un mundo dominado por la
abasto. Su gobernabilidad, en términos de facultades y
incertidumbre. No existen certezas. Un gobierno tiene
competencias, es mayor por el poder que tiene a su dis-
una limitada gobernabilidad que trata de ser contrarres-
tada por el fortalecimiento de la función del estado más
posición, pero ello no deja de tener desventajas. Una de
próxima a las presiones y demandas de los ciudadanos.
ellas es el ejercicio vertical del poder que ha desembo-
cado en la presidencialización de las democracias. En
El programa, dice Rosanvallon, era el vínculo entre
estas condiciones las tentaciones autoritarias crecen,
el momento de la elección y el de la acción gubernamen-
mientras los pesos y contrapesos, propios del Estado
tal. Roto ese vínculo, el gobierno navega a la deriva, y
de Derecho, no funcionan o funcionan parcialmente,
se ve atrapado por la urgencia. Pueden más las circuns-
dejando al jefe del Ejecutivo sin el debido control por
tancias que la voluntad de los gobernantes. La progra-
parte de los ciudadanos.
mación de la acción cede su espacio a la improvisación.
Ante esa ausencia de exigencias al cumplimiento
Esto se ve agravado por la temporalidad que rodea
de los mandatos, los ciudadanos consienten la perso-
al acto electoral. La alternancia propia del juego de-
nalización del poder, pues ello facilita la identificación
mocrático no permite que la acción gubernamental se
de responsabilidad por las decisiones que un gobierno
proyecte más allá del período presidencial. El gober-
adopta, que se diluye en la legislatura. Semejante con-
nante que entra en funciones, aunque hereda los resul-
sentimiento tiene riesgos, entre los cuales figura el au-
tados de quién le precedió, no se siente comprometido
toritarismo y el populismo. En este “contrato electoral”
con las acciones y proyectos en ejecución y traza una
los ciudadanos devienen en sujetos pasivos o reacti-
línea de acción que no garantiza la continuidad necesa-
vos. Cunde la indiferencia ante el tipo de gobierno, y lo
ria para concluirlos. Esa situación se repite una y otra
que cuenta es la capacidad para arreglar o mejorar sus
vez, lo que resta efectividad a la acción de gobierno.
problemas cotidianos. Así se extiende la disposición a
La tentación de garantizar la continuidad a través de
sacrificar derechos y libertades a cambio de ventajas
la reelección es muy alta. Más todavía si quien ejerce
económicas. El clientelismo, el proteccionismo estatal,
el mando puede utilizar el poder que detenta para pe-
vulnera la noción de igualdad ante la ley.
rennizarse en él. Estas incongruencias conducen las
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“fiestas electorales”, como ficción de la democracia,
Rosanvallon contrasta el mundo de los principios
a frustraciones que los ciudadanos suelen atribuir a la
con el de la realidad empírica. Debe, según él, evitarse
democracia, y no al mal gobierno. Ello se convierte en
la “consumación de la expresión electoral mayoritaria
el caldo de cultivo de los partidos populistas que capi-
tradicional” (2017, 155) y permitir que esa expresión no
talizan las frustraciones ciudadanas y exacerban el re-
se diluya tras el acto eleccionario. Para ello se necesi-
tan, agrega, autoridades independientes. La creación de
sentimiento social contra las élites, a las que se les echa
instituciones basadas en este principio “ha modificado
la culpa de la incapacidad gubernamental para atender
progresivamente la naturaleza y el alcance de los pode-
con prontitud y eficacia a sus demandas.
res Legislativo y Ejecutivo, tal como habían sido conce-
bidos por la teoría liberal y democrática clásica” (2017,
3. La democracia poselectoral
156). Ello, por cierto, no puede darse automáticamente;
A partir de la crítica a la democracia electoral, Rosan-
requiere de procesos culturales que lo sostengan. Esto
vallon propone rescatar sus principios adecuándolos
rebasa la esfera política, en la que los partidos políticos
a las nuevas realidades respecto de las que existieron
detentan el monopolio de la representación.
cuando se produjo la primera revolución democrática
que se tradujo en la conquista del sufragio universal.
Hay una confusión entre la democracia como régi-
men y la democracia como una forma de gobierno. La
La segunda revolución democrática, para Rosanva-
implantación de un modelo presidencial - gobernante
llon, consiste en crear mecanismos institucionales que
de las democracias, contradice la forma democrática
permitan pasar de la democracia de autorización a la
de gobierno. Bajo el predominio del poder Ejecutivo se
vuelve fundamental el control a este último por parte
democracia de ejercicio. El sufragio universal concede
de la sociedad.
al funcionario electo -en este caso al presidente- auto-
rización para gobernar. Pero para evitar que esa autori-
Rosanvallon sostiene que la democracia de ejerci-
zación devenga en un cheque en blanco, hay que crear
cio que él propone es más potente que la idea de cali-
un código de conducta al que el presidente electo deba
dad democrática introducida por las ciencias políticas.
sujetarse en el ejercicio de su gobierno.
Ésta última pone énfasis en la gestión, pero no en la
“redefinición global de la noción misma de democra-
En cuanto a los ciudadanos, éstos no solo deben
cia” (2017, 159).
ser cuantificados, en función de su edad, la circuns-
cripción territorial, la identidad étnica, de clase. Los
La democracia de ejercicio debe fundarse en tres
electores son mucho más que meros sufragantes. Es
principios: la legibilidad (“más amplia y más activa
necesario conocer más de ellos: sus condiciones de
que la transparencia”) la responsabilidad y la reacti-
vida, sus necesidades, sus demandas. A los ciudadanos
vidad (responsiveness en inglés). Con ellos se trata de
se los invisibiliza; éstos no son solamente un número,
configurar una democracia de apropiación, en la que
una cifra, un dato estadístico.
los ciudadanos puedan ejercer de manera más directa
funciones democráticas, hasta ahora monopolizadas
Una democracia responsable debe contar con una
por el poder parlamentario.
narrativa a través de la cual los ciudadanos sean to-
El poder, sostiene Rosanvallon, más que una cosa es
mados en cuenta. A ello pueden y deben contribuir
una relación. Son las características de esa relación “las
la literatura, las ciencias sociales, la filosofía. Los
que definen la diferencia entre una situación de domi-
gobernantes deben saber a quiénes gobiernan. Si no
nación y una simple distinción funcional” (2017, 159).
conocen a los gobernados mal pueden responder a
sus requerimientos.
La propuesta del sociólogo francés se sintetiza en la
“construcción de una democracia de confianza y de una
La invisibilidad, dice Rosanvallon, trae consigo el
democracia de apropiación” en la época presidencial -
resentimiento social y el estallido de la cólera colectiva.
gobernante. Estos principios no son aplicables solo al
Poder Ejecutivo, sino al “conjunto de instituciones no
La gobernabilidad no es un tema exclusivamente
elegidas que tiene una función reguladora” (2017, 160).
estatal sino social. Si la igualdad ante la ley no es algo
Con ella se apunta a dar un salto, de la voz del pueblo al
puramente formal, si la gente siente que es reconocida,
ojo del pueblo que consiste en pasar del ciudadano-elec-
que sus derechos son respetados, se crean condiciones
tor al ciudadano controlador. Esta figura tiene una larga
para una mayor cohesión social. Si la gente no se cono-
historia, explica Rosanvallon. Viene de la Revolución
ce entre sí es inevitable que surja la desconfianza.
Francesa cuando los “Amigos de la Libertad” temieron
que los ministros se apoderaran de sus destinos.
Es necesario rescatar el concepto de pueblo; éste no
es solo una población que aumenta o disminuye, sino
La vigilancia del pueblo “era comprendida como
una amalgama de singularidades que poseen una exis-
necesaria para dar vida al ideal de un gobierno guiado
tencia histórica.
por el cuidado del interés general” (2017, 160-161).
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4. La calidad de la democracia
no atada a consignas políticas o partidistas, capaz de
El debate actual se centra en la calidad de la democra-
asegurar el cumplimiento de las leyes y de garantizar
cia, ya no entre democracia formal y gobiernos de fac-
procesos transparentes en los que pueda participar
to. Dicha calidad se expresa en la capacidad de nuestras
la sociedad civil. Coinciden con Rosanvallon en la
democracias de “entregar calidad (en servicios públi-
alteración que han sufrido las funciones del estado
cos, en la distribución de riqueza, en cohesión social,
con el predominio del poder Ejecutivo. Éste se apoya
entre otros), a todos sus ciudadanos” (Informe, 2014,
en sus equipos económicos, integrados por expertos
no elegidos por el pueblo, pero dotados de gran
32) aspecto que en la teoría clásica de la democracia no
se lo consideraba.
influencia en las decisiones que toman los gobernantes.
Ellos marcan las pautas de la acción gubernamental,
La preocupación ahora se centra en cómo pasar de
mientras las potestades de los representantes electos
una democracia electoral a una democracia de ciudada-
para cambiar las preferencias, son escasas.
nos y de instituciones. Ya no se escinde la política de la
La búsqueda de calidad de la democracia no debe
economía, cuando se vincula democracia con desarro-
llo económico, menor desigualdad y pobreza, mayor
confundirse con formas de democracia “iliberal”. Ello
equidad de género. En lugar de tomar partido bien sea
plantea un debate acerca de qué entender por democra-
por un estado interventor o por un estado mínimo, se
cia. Si solo nos atenemos a la gestión de los gobiernos
busca una relación más estratégica entre estado y mer-
electos podemos calificar de democráticos a líderes que
cado, así como, entre estado y sociedad.
han ganado las elecciones sin necesariamente sujetarse
a sus normas y principios. Se trata, afirman los autores
En esa línea de reflexión, sostiene el Informe, que
del Informe, de una “integración negativa” (2014, 91).
para que las instituciones sean legítimas y eficaces
Esto quiere decir que tras de la fachada democrática se
hace falta una buena política. Ésta, a su vez, requiere
implantan regímenes que hacen uso de una retórica re-
de liderazgos democráticos. Si se juntan instituciones
volucionaria con la que encubren una práctica conser-
de calidad, buena política y liderazgos democráticos,
vadora. Ello se traduce en la existencia de dos equipos:
es posible llegar a consensos básicos “que sirvan de
uno económico y otro de política social. Mientras el
base para la adopción de una visión estratégica de país”
primero ejerce políticas ortodoxas (más o menos neoli-
(2014, 25) que se concrete en políticas de Estado, capa-
berales), el segundo, apunta a otra dirección.
ces no solo “de mejorar la democracia y el desarrollo,
sino fundamentalmente la calidad de vida de los ciuda-
5. La perspectiva política situacional
danos” (2014, 25).
En Carta póstuma al Presidente chileno Salvador Allen-
de, su ex Ministro, Carlos Matus le confiesa: “Con us-
Los motores que impulsan la calidad democrática
ted aprendí de política y recibí lecciones inolvidables
son, a juicio de los autores del Informe, la competencia
de valor y lealtad a la palabra empeñada” (Adiós Señor
política y la participación ciudadana. Pero la una y la
Presidente, 1994). Las reflexiones que Matus le trans-
otra, requieren de conocimiento experto. La idea de
mite a Allende, son posteriores al golpe militar de 1973
que los ciudadanos, aun los más instruidos, informa-
que acabó con la vida del ilustre mandatario chileno.
dos y políticamente comprometidos, siempre conocen
sus necesidades y deseos, no se ajusta a la realidad.
“Usted ya no puede beneficiarse de mis reflexiones
Requieren, aun sin saberlo, de “conocimientos especia-
ni del dramático cambio que ha sufrido el mundo y las
lizados para identificar y evaluar correctamente dichas
ideologías” (1994, Carta, s/p).
necesidades y aspiraciones” (2014, 53).
Pero quizá a otros puedan servirles estas reflexio-
La capacidad de respuesta del gobierno, sin duda,
nes si tienen “la oportunidad de servir a sus pueblos
está ligada a este déficit cognitivo. Los líderes electos
con eficacia y revivir la llama perdida del fervor popu-
no conocen ni toman en cuenta las percepciones y po-
lar” (cursivas mías) (1994, Carta s/p).
siciones de los ciudadanos, lo cual impide que puedan
responder a ellas. No faltan quienes se valen de su po-
Matus traza su perfil autobiográfico:
der para “maximizar su propia autonomía e influencia
“Desde muy joven y a lo largo de muchos años de servi-
sobre las percepciones y opiniones ciudadanas con res-
cio público pude reflexionar desde variadas y encontra-
pecto a temas de mayor importancia” (2014, 54).
das posiciones sobre el arte y las ciencias del gobierno.
Fui estudiante universitario, fui asesor, fui su Ministro,
Los autores del Informe encuentran conexión entre
fui profesor e investigador, trabajé como técnico y tuve
los procedimientos, y la implementación eficaz de los
altas responsabilidades políticas, actué como defensor
dos valores democráticos más relevantes, como son, la
de su gobierno y también como opositor a la dictadura,
libertad y la igualdad. Un funcionamiento efectivo de la
y recorrí, en desorden y en diversas geografías, varias
democracia requiere de capacidad administrativa. Ello
veces en mi vida ese ciclo de aprendizaje entre técnica,
implica la existencia de una burocracia profesional,
academia y política práctica ( cursivas mías)antes de
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poner por escrito estas reflexiones” (…) Dos años en
Estado, desplazando al poder Legislativo, a cuyos re-
los campos de concentración de la dictadura me ayuda-
presentantes no es posible exigirles que se responsa-
ron a comprender la miseria, la ingratitud y la nobleza
bilicen por sus actos u omisiones. La responsabilidad
humana, así como la transitoriedad del poder” (1994,
individual de los representantes tiende a diluirse en
Carta, s/p).
la responsabilidad de todos. La cabeza de la Función
Ejecutiva no puede evadir su responsabilidad por las
Luego Matus resume las lecciones de la experien-
decisiones y actos que realiza. Ello lo convierte en el
cia del gobierno de Allende (1970-1973):
destinatario directo de los reclamos y demandas de los
distintos grupos sociales.
El dirigente político al servicio de las mayorías más
pobres se forma y templa en la lucha. Ello le impide
Fórmula el concepto de situaciones sociales que
prepararse para gobernar. “Usted supo que gobernar es
pesan más, según él, que las condiciones sociales. Los
una tarea dura, mucho más compleja y de naturaleza
individuos no permanecen atados a una sola identidad.
distinta a la de ganar elecciones.” (1994, Carta s/p).
Más que a ella responden a los acontecimientos vivi-
dos, a la dinamia de la existencia individual. Entiende
El dogmatismo de un sector de los partidarios de
al pueblo como una sucesión de historias singulares,
Allende, “los incapacitó para adoptar una estrategia
una suma de situaciones específicas. Esta podría ser
y una línea táctica que encauzara coherentemente
una de las causas de la crisis de representación de los
el gobierno” (1994, Carta, s/p). Pero esos mismos
partidos políticos.
partidarios, cuando “se derrumbó el mundo que les
sirvió de guía” (1994, Carta s/p) se replegaron ha-
Esta heterogeneidad se expresa también en las elec-
cia el lado opuesto de los ideales que asumieron con
ciones. Los electores son individuos de carne y hueso,
aparente lealtad.
no son una masa. Su voto tiene la mar de motivacio-
nes. Por eso no se puede hablar de “voluntad general”
Hoy, afirma Matus, vivimos dos desventuras: la cri-
ni de pueblo en sentido abstracto.
sis de las ideologías y la pobreza de los métodos de go-
bierno. Frente a ellas Matus optó por encarar la segunda.
La segunda revolución democrática que propone
La primera para él es harto compleja. “Estoy consciente
Rosanvallon tiene un gran valor sustantivo. Lo que él
que he dejado de lado lo sustantivo, y me he volcado
no explica es cómo ese proyecto sustantivo puede ha-
sobre lo adjetivo.” (1994, Carta s/p). Pero lo adjetivo
cerse realidad. Aquí le faltan los ingredientes opera-
no es menos importante: “por fallar en lo adjetivo mu-
cionales, o sea, deja de lado lo adjetivo que es el gran
chas buenas y malas intenciones se van al infierno de
aporte de Matus. Tampoco muestra la interacción en-
la ineficacia y el caos. América Latina ofrece muchos
tre el momento electoral y el momento del ejercicio
ejemplos de fallas gigantescas en las herramientas de
del poder. Matus, en cambio, valora las incidencias
gobierno cometidas bajo el alero de proyectos políticos
de la contienda electoral en la conformación del go-
progresistas, mientras una corte de halagadores, sin el
bierno. También, las consecuencias que un mal o buen
mínimo rigor crítico, perpetúan y viven de esas expe-
gobierno pueden tener en los eventos electorales si-
riencias frustrantes” (1994, Carta s/p).
guientes. Solo de pasada Rosanvallon se refiere a la
acción gubernamental, es decir, a la “gestión cotidia-
Además, las dos calamidades no son indepen-
na de los asuntos públicos, la instancia de la toma de
dientes. “Las víctimas del ideologismo extremo des-
decisiones y de mando” (2017, 157). Minimiza este
precian las ciencias y las herramientas de gobierno”
punto y se concentra en grandes ideas, pero sin cone-
(1994, Carta s/p). Ocupándose, entonces, de la segun-
xión con la práctica.
da contribuye a encontrar la manera de rescatar el va-
lor de las ideologías.
En cuanto a los autores del Informe para IDEA
Internacional, tampoco sé si están enterados de los
Desconozco si Rosanvallon está enterado de la obra
aportes teóricos y metodológicos de Matus. Cabe, sin
de Matus recogida en sus múltiples estudios, cursos y
embargo, resaltar que la comparación que hacen de las
libros. Pero pienso que hay coincidencias conceptuales
democracias de la región se basa en la calidad de la de-
que vale la pena resaltar.
mocracia, y ya no solo en las elecciones que han tenido
lugar en los últimos cuarenta años. Esto, sin duda, es
Rosanvallon enfatiza en la desconexión y discon-
un avance.
tinuidad entre elecciones y gobierno. Señala que la
relación entre gobernantes y gobernados ha desplaza-
Así encuentran democracias de baja, mediana y alta
do en importancia a las relaciones de representación.
calidad, a juzgar por los resultados alcanzados. Ya ha-
Más que el imperio de la ley en la práctica cuentan
blan de la democracia como forma de gobierno y no de
las decisiones emanadas de la función Ejecutiva que
manera abstracta como régimen. Se basan en un análi-
en realidad se ha convertido en el primer poder del
sis empírico, a partir de dimensiones, subdimensiones
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y preguntas orientadoras clave. Combinan el análisis
urnas. Frente a la arremetida de Augusto Pinochet to-
de datos cuantitativos con el análisis de datos cualita-
maron conciencia de que las libertades y derechos hu-
tivos. Arman un marco teórico que no formule ningún
manos no eran algo secundario frente a la transforma-
juicio de valor. Tratan del entramado institucional y no
ción estructural que aspiraban a lograr con el gobierno
de los actores que se disputan el poder. Es una mirada
de la Unidad Popular. La tercera ola de democratiza-
neutra, no comprometida con ninguna posición ideoló-
ción en América Latina está vinculada al arrasamien-
gica o política.
to de la democracia sufrida por el pueblo chileno. La
transformación estructural anhelada no podía hacerse
Desde mi perspectiva, es relevante advertir que el
con sacrificio de la democracia. Esa fue la gran lección
Informe es una investigación con base empírica, a di-
que dejó la experiencia chilena.
ferencia del análisis de Rosanvallon que es un estudio
teórico. Es una investigación realizada por un equipo
Matus también fue víctima de esa acción devasta-
internacional de científicos sociales, expertos e inves-
dora cometida por un régimen represivo que sepultó la
tigadores que, durante más de dos años, en base a una
democracia en nombre de la salvación del capitalismo,
metodología de análisis de la calidad de la democracia,
amenazado por el gobierno popular de Salvador Allen-
intenta medir el estado de las democracias en la región.
de. En su reclusión en las islas Dawson y Ritoque,
La explicación que formulan es, por tanto, una explica-
Matus pasó dos años reflexionando sobre su vida y ex-
ción no suscrita por ningún actor en particular, ni por
periencia en la CEPAL y en el gobierno de Allende.
un gobierno, o movimiento social. Es una explicación
Fruto de esas reflexiones son sus libros sobre Planifica-
desde afuera de las situaciones vividas en cada país, a
ción y Gobierno, sobre Liderazgo, los Tres Cinturones
lo largo de las últimas décadas. Muy similar a esos tra-
de Gobierno y finalmente su Teoría de Gobierno.
bajos académicos que elaboran las universidades o los
institutos de investigación para múltiples destinatarios.
En ésta fecha (1998) Matus formula planteamientos
Se emiten, sin embargo, apreciaciones subjetivas como
teóricos, políticos y metodológicos de gran profundi-
esta: “En general lo que está primando en la política la-
dad, orientados siempre a la práctica de la acción. Así
tinoamericana es la moderación, el pragmatismo y una
descubrió que en torno a las elecciones se libran luchas
tendencia hacia el centro (ya sea desde la izquierda o
por el liderazgo, por espacios de poder, por mezquinos
desde la derecha)” (2014, 14). Esta afirmación queda
intereses de grupo o de partido. A este campo lo de-
relativizada en el mismo párrafo del Informe, cuando
se hacen distinciones en América del Sur, en América
nominó micropolítica, para diferenciarlo de la política
Central, y se constata que la tendencia hacia el centro
con mayúsculas que gira alrededor de los grandes prin-
no es lo que prevalece.
cipios de la democracia y del interés general.
En el Ecuador, por ejemplo, en el 2007 se plan-
Su apuesta era colocarse en los zapatos de los polí-
teaban alternativas ideológicamente polares. La situa-
ticos y de los gobernantes para entenderlos y equipar-
ción del Ecuador desde el punto de vista histórico se
los con herramientas y técnicas de gobierno, capaces
aproximaba más a Venezuela que a Chile. Los sectores
de elevar su desempeño en el ejercicio de las funciones
populares querían remedios a sus problemas que no
para las que fueron electos.
demoraran tanto. La irrupción de un líder carismáti-
co que se mostraba dispuesto a actuar sin apego a las
Era consciente de la propensión de los políticos al
instituciones y normas formales, atrajo la adhesión de
inmediatismo y a la improvisación, pero sabía que, si
sectores sociales marginados que habían soportado es-
no se los encaminaba hacia otras formas y estilos de
tragos sociales y económicos con el feriado bancario y
hacer política, difícilmente, mejoraría la calidad del
la dolarización.
gobierno, y, por ende, de la democracia.
6. La perspectiva del hombre/mujer
Poniéndose en el lugar de los gobernantes, dibujó el
triángulo en el que se desenvuelve todo gobierno. En el
de acción
vértice se ubica el proyecto con el que se comprometió
Por las ideas que Matus transmite a su ex presidente,
en la campaña electoral; en la base ubica la capacidad
salta a la vista que se trata de un hombre de acción que
de gobierno con la que ese funcionario llega al poder;
tomó partido por el proyecto político que lideró Salva-
dor Allende. Y Salvador Allende fue un líder de talla
y en tercer lugar, delinea la gobernabilidad del sistema
histórica que se jugó por un proyecto que implicaba
en su conjunto. Dependiendo del alcance del proyecto,
afectar grandes y poderosos intereses. A Matus no le
la capacidad de gobierno debe ser más alta o más baja.
era ni fue indiferente lo que aconteció con el derroca-
Un proyecto muy ambicioso, como lo fue el de la Uni-
miento de su gobierno por los militares. Curiosamente
dad Popular en Chile, requería de una alta capacidad
por ahí empieza una revalorización de la democracia
de gobierno. En este mismo caso la gobernabilidad del
por parte de intelectuales de izquierda, comprometidos
sistema fue muy baja, dado el poder de las fuerzas in-
con la primera revolución socialista que apostaba a las
ternas y externas que se opusieron al mismo.
Revista de la Academia de Guerra del Ejército Ecuatoriano, Volumen 13. Núm. 1 Abril 2020. pp. 46- 51
LA CALIDAD DE GOBIERNO
“El resultado de las elecciones parlamentarias del
La competencia entre la micropolítica y la política
4 de marzo de 1973 ha dado al traste con el “golpe
se desarrolla interactivamente. No es posible tampoco
blando”. La Unidad Popular ha tenido un éxito más
menospreciar la micropolítica, pues es en ese espacio
allá de los esperado en las urnas. La conjura tiene que
que se libran las luchas por el poder. La política con
decir adiós a su plan de destituir al Presidente de la
mayúsculas no puede prosperar sin capital político, y
República. Declara cancelado el camino legal. Opta
éste es provisto por los juegos que tienen lugar en la
por la sedición armada” (Volodia Teitelboim, Neruda,
micropolítica.
1996, 481).
En este punto Matus agrega que el divorcio entre
Este triángulo, por tanto, se compone de variables
lo que los ciudadanos demandan de la política y lo que
interrelacionadas. El gobernante, está limitado por la
la política y los políticos realizan, es producto también
gobernabilidad del sistema, así como por el alcance de
del abismo entre la política y las ciencias sociales, en-
su proyecto y por la capacidad de gobierno. Ésta no se
tre la práctica y la teoría (1998, 2). Ello también inci-
refiere exclusivamente a la capacidad personal del líder,
de en la baja capacidad de gobierno. Los políticos no
sino a la capacidad institucional, a la calidad de la bu-
tienen un asesoramiento adecuado. Las universidades
rocracia, de sus asesores, a la experiencia acumulada.
proveen de profesionales especializados en fracciones
del saber. En las universidades prevalece el conoci-
Es aquí en la capacidad de gobierno donde Matus
miento departamentalizado, lo que no permite ver y
centra su atención. Él apuesta a la capacidad de go-
analizar los problemas que atraviesan horizontalmente
bierno como eje de un cambio cualitativo del funciona-
la práctica social. De ahí que los políticos solo trabajan
miento de la democracia. Muchas veces la baja capa-
con “malestares imprecisos y con soluciones preconce-
cidad de gobierno lleva a los gobernantes a desistir de
bidas” (1998, 2).
sus programas y a caer en una acción defensiva y re-
activa. En otras ocasiones, los líderes cesaristas cifran
Eso con relación a los políticos. Pero no hay cómo
su acción en su voluntad y en una suerte de ampliación
suponer que los ciudadanos saben lo que en realidad
desmedida de su gobernabilidad, mediante la concen-
necesitan. Los autores del Informe citado aciertan cuan-
tración de funciones y la represión a sus adversarios.
do afirman que la idea de que los ciudadanos, incluso
En este caso, la política es entendida como confron-
instruidos, preparados y políticamente comprometidos,
tación permanente, lo cual atenta contra la cohesión
siempre conocen sus necesidades y deseos, es un su-
social y el encuentro de equilibrios políticos que le den
puesto débil. La adhesión que recibieron Hitler y Mus-
sostenibilidad a la democracia.
solini en Alemania e Italia, respectivamente lo demues-
tra. Igual que los líderes populistas en América Latina.
Pero por la baja capacidad de gobierno cometen
errores de gran magnitud y dejan escapar la oportuni-
La política también está atravesada por la ideolo-
dad histórica de construir una democracia de ejercicio.
gía. El caso de Chile es elocuente. Los planteamientos
Siguen apostando a la democracia electoral, a través de
de Rosanvallon apuntan a una segunda revolución de-
plebiscitos y de la reelección.
mocrática que supone poner en debate la democracia
liberal y que aboga por una redefinición global de la
En ese sentido son más conservadores que
noción misma de democracia. La afirmación de que el
progresistas.
poder no es una cosa sino un relación y que las ca-
racterísticas de esta relación definen la diferencia entre
Para elevar la capacidad de gobierno los líderes
una situación de dominación y una simple distinción
precisan de un estado mayor integrado por personal
funcional, no permite evadir la implicación ideológica
altamente calificado que le brinde soporte cognitivo.
de esta redefinición.
Esto no es lo mismo que el soporte afectivo que el lí-
der requiere para reposar de las presiones y tensiones
En el Post Scriptum del Informe, Juan Rial se refie-
que implica el ejercicio del gobierno. Ello es tanto más
re a la “integración negativa” de dirigentes o militantes
necesario si los líderes optan por encaminar a su go-
de izquierda que apelaron a formas de populismo de
bierno por la línea del enfrentamiento de los problemas
carácter movilizador que “cedió el paso a la implemen-
sociales. En cambio, si se dejan arrastrar por la línea
tación de prácticas de las viejas oligarquías conserva-
de la acumulación del poder, no necesitarán de equipos
doras.” (2014, 91). Y agrega “hoy el populismo supone
altamente calificados, pues la competencia por la acu-
no mucho más que un cambio de discurso, sumado a
mulación de poder es más simple que la competencia
prácticas de “clientelismo horizontal” (2014, 91).
por “gobernar con eficiencia, eficacia y aceptabilidad”.
Desde otro ángulo, Matus sostiene que con baja
Ello, sin embargo, es relativo. Las reglas del juego
capacidad de gobierno ningún modelo puede funcio-
político electoral también exigen habilidades especia-
nar bien, sea el que pretende acentuar o mantener la
les, lo que Matus entiende como capacidad política.
regulación fuerte del estado o el que intenta implan-
Revista de la Academia de Guerra del Ejército Ecuatoriano, Volumen 13. Núm. 1 Abril 2020. pp. 47- 51
LA CALIDAD DE GOBIERNO
tar el modelo neoliberal. Al respecto, a su criterio, esta
Esta falta de vinculación entre los tres ejes del go-
discusión se ha visto teñida de extremismo. Si bien no
bierno produce un círculo vicioso entre el presidente
cabe desconocer el contenido ideológico de este deba-
saliente y el entrante. Eufórico, el presidente entrante
te, tampoco cabe esperar que uno u otro modelo tengan
capitaliza electoralmente el descontento de los ciuda-
éxito sin la capacidad de gobierno necesaria (El líder
danos respecto del gobierno que concluye su mandato,
sin Estado Mayor 1997, 23). Lo que sigue es una sín-
pero, dado el imperio del corto plazo y la reedición de
tesis de esta propuesta formulada por Matus en Diez
similares circunstancias, está condenado a repetir los
Tesis sobre las Prácticas de Gobierno (separata, s/f).
errores de su antecesor. Nada garantiza que el presiden-
te entrante sea mejor que el saliente. El éxito de un
gobierno, más que de su orientación ideológica -que,
7. Perspectiva política de corto plazo
por cierto, importa- depende de la capacidad que de-
Siguiendo a Carlos Matus, en sus Diez Tesis sobre
muestre para resolver los problemas que le afectan a
las Prácticas de Gobierno, el triangulo de gobierno se
la población.
vuelve más problemático manejarlo en el corto plazo.
Los gobiernos están limitados en el tiempo. Su dura-
Gobernar implica una selección de problemas. “Un
ción es corta. En ese lapso deben alcanzar los objetivos
proyecto de gobierno es una propuesta de intercambio
anunciados en la campaña electoral. La tentación del
inmediatismo es muy fuerte, si respetan la legalidad; la
de problemas” (Matus, 1997, 56-57). En ella pesa la
otra tentación reñida con la legalidad es alargar el pe-
ideología. En una coyuntura de crisis la estabilidad
ríodo de gobierno con miras a perpetuarse en el poder.
económica plantea una disyuntiva entre inflación y ce-
Ello no sólo responde a afanes hegemónicos, sino a la
santía. Optar por reducir la inflación implica aumentar
dificultad de hacer realidad su proyecto.
el desempleo. Optar por reducir el desempleo trae con-
sigo un aumento de la inflación. El gobernante debe,
Hay un déficit de previsión de los gobiernos. En el
por tanto, hacer un balance de los costos y beneficios
corto plazo tal déficit es irrecuperable. Los gobiernos
de cada opción antes de tomar una decisión. Optar por
no pueden darse el lujo de dejar para el fin de su man-
lo uno o lo otro, supone un intercambio de problemas.
dato las consecuencias de cada decisión. Cuando lo
Optar por la austeridad implica un ajuste de cinturones
inmediato ocupa la atención de los gobernantes, las ur-
que usualmente genera reacciones sociales y una mer-
gencias prevalecen sobre las importancias. Así el go-
ma de la popularidad del gobierno. Optar por el gasto
bierno se diluye en acciones escasamente articuladas.
público, permite una redistribución de recursos, pero
Son gobiernos reactivos que suelen verse sorprendidos
también puede ocasionar una disminución del ahorro y
por los hechos. En tal caso, son los hechos los que mar-
de la inversión productiva.
can la ruta. No hay capacidad política de conducción.
Esta situación se agrava por la carencia de equipos
Un gobernante tiene que sopesar los costos y be-
de gobierno debidamente formados, lo cual afecta la
neficios de las medidas que adopta en función de los
capacidad de gobierno. Tales equipos son inestables,
objetivos de su gobierno. La gobernabilidad de un
con lo que se merma la continuidad de la acción del
gobierno puede verse afectada según el intercambio
gobierno. Son frecuentes las contradicciones al interior
de problemas definidos. En el caso ecuatoriano, en la
del propio gobierno. Tal inestabilidad también respon-
vuelta a la democracia, los gobernantes optaron por
de a los cambios en las relaciones entre el gobierno
“sacrificar los principios a la realidad” (Moncayo, La
y la oposición. A las vicisitudes de la economía. A la
planificación estatal en el interjuego entre desarrollo y
mayor o menor desafección social. No se ve más allá
democracia, 2017, 260 y ss.). Los objetivos de un go-
de la coyuntura. No hay un planteamiento integral de
bierno neoliberal son distintos de los de un gobierno de
gobierno. Es frecuente la desconexión de los temas.
tinte socialista, pero ni el uno ni el otro, pueden hacer
abstracción de la realidad. Las estrategias de goberna-
Bajo el imperio de la improvisación, el margen de
bilidad también varían en ambos casos.
error es muy alto. Los objetivos de mediano y largo
plazo ocupan los últimos lugares de la agenda, mien-
8. Las estrategias de gobernabilidad
tras el descontento de la población crece frente a la
acumulación de problemas que más le afectan y sobre
La gobernabilidad señala Matus es relativa a cada
los cuales los gobiernos no toman decisiones ni opor-
actor. Un sistema social no es igualmente gobernable
tunas ni eficaces. Hay presidentes para quienes su pe-
o ingobernable para los distintos actores. Cada actor
ríodo de gobierno se vuelve demasiado extenso, pese a
controla “una porción distinta de variables del sistema”
su brevedad. Su futuro inmediato y el de su partido se
. Ello se ve afectado también por el contenido proposi-
ven truncados por la pobreza de resultados alcanzados
tivo del proyecto de gobierno. El sistema es más gober-
en su gestión. Acosados por las presiones electorales,
nable para un gobierno moderado o conservador. Es, en
los tomadores de decisiones ven aumentada su vulnera-
cambio, menos gobernable para objetivos ambiciosos y
bilidad. No se ve más allá de la coyuntura. Las priori-
redistributivos. También cuenta, por cierto, la capaci-
dades de su gestión están determinadas por ese cálculo
dad de gobierno de cada actor. “La gobernabilidad ex-
inmediato y no por la evaluación posterior.
presa la capacidad de resistencia que ofrece el sistema
Revista de la Academia de Guerra del Ejército Ecuatoriano, Volumen 13. Núm. 1 Abril 2020. pp. 48- 51
LA CALIDAD DE GOBIERNO
político social a un proyecto de gobierno y al actor de
soluciones, pero lo que falla es “la capacidad de deci-
ese proyecto” (Matus, 1997, 13). Si los objetivos son
sión”. “Ni el gobierno ni la oposición actúan hoy por
menores, no hace falta mayor capacidad de gobierno,
criterios fundados en el conocimiento técnico, sino por
en cuyo caso, la estrategia es no hacer olas. Por el con-
criterios que modulan y manipulan ese conocimiento
trario, si un gobierno se propone una transformación
en función de intereses partidistas” (José María Ruiz
Soroa, El País, 19 de sep. 2012).
social, la estrategia no puede apoyarse solamente en
el poder alcanzado, sino en la relación de fuerzas en el
Los técnicos, por su alto grado de especialización,
campo político.
ven partes de la realidad social. Los políticos, por el
contrario, deben mirar el conjunto. El asesoramiento
Ello se aclara si se parte de la configuración social
técnico no abarca la totalidad del campo en el que actúa
de las fuerzas en juego. Simplificando el ejemplo, los
el político. Éste se ve obligado a decidir sobre proble-
partidos que defienden el statu quo, no pueden colo-
mas globales sin contar con el asesoramiento técnico
carse muy cerca de las clases dominantes, pues ello
requerido. Los técnicos subvaloran lo político, tienden
exacerbará la resistencia y oposición de las clases
a tratar la economía separada de la política. Por su, par-
subordinadas. De la misma manera, los partidos que
te los políticos carecen de conocimientos económicos
cuestionan el orden establecido no pueden excederse
y se apoyan en su intuición y experiencia. Los equipos
en las concesiones a favor de las clases subordinadas y,
de gobierno, por tanto, carecen de un método común de
en perjuicio de las dominantes.
trabajo que integre lo político y lo técnico. No existe la
capacidad tecnopolítica para adentrarse en el fondo de
Las estrategias de gobernabilidad no deben sosla-
las situaciones en las que se desenvuelve un gobierno.
yar los equilibrios de poder entre las clases sociales
Ello afecta la calidad de las decisiones. De esa manera
polares de la sociedad. Las estrategias antihegemóni-
los grandes problemas nacionales se acumulan e inten-
cas (esto es, las que intentan imponer una ideología
sifican, al ser enfrentados sin el debido procesamiento
contraria a la ideología dominante y una estructura de
técnico y político.
poder excluyente) alteran ese balance y apuestan al
autoritarismo, con lo cual no garantizan la sostenibi-
Las universidades y los organismos de cooperación
lidad del proyecto alternativo. Tales estrategias tienen
internacional no han dado a este tema la importancia
un sesgo antidemocrático no obstante practicarse bajo
que tiene. Tampoco los partidos políticos, arrastrados
formas democráticas.
por el electoralismo. No hay escuelas de gobierno ni
tampoco un conocimiento de las nuevas técnicas y
En épocas de crisis económica, se producen vuel-
ciencias de gobierno. Las teorías y conceptos que pre-
cos en la acción de los gobiernos. Hasta los gobiernos
valecen en los círculos académicos ya no responden a
progresistas se ven obligados a moderar el alcance de
las nuevas condiciones del mundo actual. La práctica
sus metas y acciones. En estos casos, se privilegian las
termina siendo la única escuela en la que se forman los
estrategias de gobernabilidad cifradas en la corrección
presidentes. En palabras de Francisco Martín Moreno
de los desequilibrios macroeconómicos. Hacerlo tie-
(El País, 4 ago. 2016) “los aciertos y errores, las con-
ne un costo social que puede desembocar en desequi-
secuencias y los beneficios de tan difícil e inoportuno
librios políticos. También hay, en sentido contrario,
aprendizaje habrán de padecerlos o disfrutarlos las na-
estrategias que privilegian los halagos políticos, sin
ciones en su conjunto”
medir su costo en términos económicos. No hay un
balance entre los efectos económicos y políticos en
“Un presidente no está preparado para tratar con
las decisiones de política pública, lo cual genera ame-
banqueros extranjeros, con los gobernantes de las gran-
nazas de desestabilización del orden democrático. El
des potencias, tampoco con el Congreso, con la pren-
caso ecuatoriano ilustra con claridad este desbalance.
sa, con el narcotráfico, la trata de blancas o negras, la
(Moncayo, 2017, 262-265).
elusión tributaria por medio de paraísos fiscales o con
los problemas de sanidad o la explotación laboral de
9. Conocimiento y acción
menores”. Todos, dice Martín:” banqueros, funciona-
A lo largo de la historia de Occidente se ha planteado
rios, intelectuales, columnistas, políticos, empresarios,
como opción para obviar los problemas antes expues-
caricaturistas, curas y periodistas se presentan con su
tos, el gobierno de los sabios. Ello entraña una postura
mejor traje. El baile de las máscaras no tiene fin. Al jefe
elitista y, por tanto, antidemocrática. Apelar a la sabi-
de Estado le corresponde encontrar la verdad oculta en
duría de los expertos, se argumenta, permite superar la
cada planteamiento, el interés inconfesable en cada su-
“ignorancia congénita de las masas” . Una cosa, dicen,
gerencia, el verdadero motivo en cada propósito”.
es garantizar que las decisiones se ajusten a la voluntad
de las mayorías, otra distinta, sostienen, es garantizar
No se ven los problemas de la práctica; la forma-
que esas decisiones sean las más inteligentes.
ción que proveen las universidades no le dan al pro-
fesional capacidad para resolver dichos problemas.
El valor que se concede al conocimiento experto,
¿Cómo se analizan esos problemas? ¿Con modelos
según este enfoque, parte del supuesto de que “cual-
matemáticos? Dado que estos problemas tienen
quier plantel de técnicos reflexivos” coinciden en las
“variables imprecisas, difusas, nebulosas” el dirigente
Revista de la Academia de Guerra del Ejército Ecuatoriano, Volumen 13. Núm. 1 Abril 2020. pp. 49- 51
LA CALIDAD DE GOBIERNO
formado en las universidades se vale de su intuición o
la República no rinde cuentas al Congreso ni éste pide
de su olfato (Matus,1998, 4).
cuentas al Presidente. Éste, a su vez, tampoco exige
cuentas del cumplimiento de sus planes a sus minis-
La baja capacidad de gobierno se expresa en la in-
tros. De esta manera nadie se hace responsable de los
capacidad para procesar problemas, pero no los proble-
errores y aciertos del gobierno.
mas con causas y efectos precisos, sino esos otros pro-
blemas de los que sabemos muy poco sobre sus causas
Como consecuencia, señala Matus, todos los gran-
y efectos. Y la mayor parte de los problemas de la vida
des problemas de América Latina se han agravado, al
real son de este tipo. Esta es la diferencia entre un pro-
no ser enfrentados con seriedad y eficacia.
blema social y un problema científico. “La causalidad
científica no es correspondiente con la causalidad del
Para superar este problema se necesita que las ca-
proceso social” (Matus, 1998, 2-3).
“La interrogante
bezas dirigentes cambien sus patrones de conducta y
científica trata de comprender una parcela de un fenó-
reciban un entrenamiento en alta dirección. En esta
meno, y pregunta por la relación pura, y libre de otros
línea los partidos políticos deberían crear centros que
efectos” (1998, 2-3).
impartan este conocimiento.
10. La democracia del buen gobierno
12. Conclusiones
Pierre Rosanvallon dice, “la democracia organiza el
El análisis que antecede ofrece una posible explicación
tiempo electoral pero no organiza el tiempo guberna-
del auge del autoritarismo, bajo el camuflaje de la de-
mental”. Y utiliza una buena metáfora: “las elecciones
mocracia.
dan a un grupo permiso de gobernar, pero no un “có-
digo de gobierno”. El gobierno ya no es sólo el sistema
Los problemas del mal gobierno son comunes a to-
de representación, sino la “organización del vínculo
das las ideologías; la crisis ideológica ahonda los ries-
entre los ciudadanos y los gobernantes” (2017, 158).
gos de la manipulación de la democracia; la baja capa-
Pero ello exige analizar y comprender la crisis de li-
cidad de gobierno lleva a la emergencia del populismo
derazgo. El problema del “mal gobierno” está en las
y/o del tecnocratismo, con los cuales se cuelan distin-
cabezas dirigentes, cuyo capital intelectual ha sido so-
tas variantes de autoritarismo. La corrupción encuentra
brepasado por la complejidad de los problemas de la
terreno propicio para expandirse, ante la ausencia de un
realidad. No hay conciencia sobre las incapacidades de
sistema de control institucional y ciudadano continuo.
conducción. Lo más atrasado en América Latina, dice
Carlos Matus, es la oficina del dirigente. Esto expresa
La relación entre gobernantes y gobernados no
una baja experticia política integrada por la experien-
debe circunscribirse al momento electoral. Los progra-
cia y el capital intelectual. Ambos componentes son
mas de gobierno no deben ignorar los obstáculos y res-
indispensables: cuando se cuenta con el uno y no con
tricciones; su cumplimiento en gran medida depende
el otro, la experticia “vale cero” (Matus, Diez Tesis).
más de la capacidad de gobierno que de la voluntad o
del poder. También su cumplimiento debe ser objeto de
Si a ello se añade” la gran crisis ideológica y el
escrutinio público, a través de mecanismos efectivos y
grave deterioro de la ética social”, la democracia sufre
sistemáticos de petición y rendición de cuentas.
los embates de la corrupción, del tecnocratismo y del
populismo. El primero es producto del relajamiento del
La crisis de liderazgo no puede ser resuelta, sin el
control democrático; el segundo, emerge como salida a
aprendizaje de las nuevas ciencias y técnicas de gobier-
la confusión ideológica; el tercero, responde a la inca-
no. Las universidades no proveen de este tipo de cono-
pacidad de plasmar en políticas públicas los programas
de gobierno y a la apropiación personal del poder.
cimiento y herramientas. El aprendizaje de gobernar no
debe hacerse durante o después, sino antes de acceder
Matus sostiene que la salida a esta crisis de lide-
al poder, de ahí la importancia de los partidos políti-
razgo es la planificación estratégica situacional. El
cos como centros de formación de los líderes; éstos
político que hoy no sabe de dirección y planificación
no pueden limitarse a la participación en la contienda
es gobernado por las circunstancias. “Gobierna quien
electoral, dado que el ejercicio de poder demanda ex-
planifica y planifica quien gobierna”, dice Matus (Diez
perticia para implementar los programas de gobierno.
Tesis). La experiencia del llamado socialismo del siglo
Las elecciones deben ser aprovechadas para la educa-
XXI en el Ecuador, sin embargo, aplicó este principio
ción de la ciudadanía en democracia. Los ciudadanos
colocando a la oficina de planificación como caja de
deben demandar a los candidatos la solución de sus
resonancia del Ejecutivo y de quien lo presidía.
problemas más acuciantes y exigirles compromisos a
ser cumplidos en su gestión.
11. Sistemas de baja responsabilidad
Lo que se conoce como prestación y cobranza de cuen-
El aprendizaje de los políticos que asumen tareas
tas por desempeño no logra un verdadero control de los
de gobierno incluye disminuir la departamentalización
gobernantes. Los métodos que se utilizan son asiste-
del saber. Ello hará posible conjugar, por ejemplo, una
máticos y muy parciales. En realidad, el Presidente de
buena economía con una buena política. No sólo aten-
Revista de la Academia de Guerra del Ejército Ecuatoriano, Volumen 13. Núm. 1 Abril 2020. pp. 50- 51
LA CALIDAD DE GOBIERNO
der al déficit económico sino al déficit de la democra-
respecto de las sociedades mismas; la baja gobernabili-
cia. Si no hay recursos económicos que repartir, es po-
dad de los regímenes democráticos; el defectuoso fun-
sible repartir el poder. La descentralización del poder
cionamiento de los poderes del Estado. Los expertos se
lo hace posible.
centran en seis grandes desafíos: debilidad de las ins-
tituciones democráticas; el excesivo presidencialismo
En América Latina, por lo general, se ha impuesto
y el auge de la reelección; altos niveles de corrupción
la micropolítica, copando la agenda del político, estilo
y opacidad; elevados niveles de inseguridad; ataque a
que se transfiere a las funciones de gobierno, afectando
la independencia de la justicia y a la libertad de expre-
su desempeño. Es esta manera de entender y practicar
sión; necesidad de fortalecer la participación y presen-
la política que pesa en la baja calidad de la democracia
cia de la mujer. Luego, hacen una revisión de lo que se
y genera el menosprecio de la gente hacia el político, la
ha ganado y perdido en distintos campos: económico,
política y la democracia. Sin embargo, la gran política
político, institucional. A partir de esa constatación, los
muchas veces demora en ser comprendida y aceptada
autores del Informe vislumbran cuatro necesidades:
por la ciudadanía. Involucrarla en la gran política supo-
recuperar el consenso sobre el concepto de democra-
ne un largo proceso. La micropolítica ha desplazado a
cia; necesidad de instaurar elecciones con integridad;
la política: hay un vaciamiento de la representatividad
necesidad de fortalecer las instituciones; necesidad de
de los partidos políticos y las organizaciones sociales,
incorporar a grupos vulnerables y minorías.
debido a la fragmentación y atomización de intereses
que han desplazado los objetivos generales por cálcu-
Así queda abierto el debate entre lo adjetivo y lo
los meramente electorales y de conveniencias circuns-
sustantivo. ¿En qué medida lo adjetivo puede “revivir
tanciales. Hace falta rescatar la política, entendida
la llama perdida del fervor popular”, frase que utilizó
como la actividad orientada hacia el bien público. Ello
Matus en la Carta póstuma a Salvador Allende? Podría
implica la práctica de la deliberación con el más amplio
decirse que Matus apuesta a los políticos como sujetos
ejercicio de la libertad de pensamiento y expresión.
de la transformación de la micropolítica. Apuesta difí-
cil de alcanzar, dadas las prácticas tan arraigadas de la
Hay consenso sobre los déficits de la democracia.
partidocracia.
Los matices radican en cómo encararlos y superarlos.
La magnitud de los problemas que atañen al mal go-
Ligar las reflexiones aquí expuestas y abrir un de-
bierno y lo que representa forjar un Buen Gobierno,
bate en torno a ellas, es un imperativo no solo de los
supone, en verdad, una segunda revolución democráti-
partidos políticos sino de los más diversos ámbitos de la
ca. Ella, por cierto, no puede producirse con métodos
sociedad. Las responsabilidades sobre el funcionamien-
primitivos de gobierno ni con liderazgos micropolí-
to y resultados de la democracia son compartidos por
ticos. Se necesitan líderes competentes no solo para
gobernantes y gobernados. Ello exige pasar de lo adje-
ganar elecciones, y líderes a los más distintos niveles.
tivo a lo sustantivo. Los métodos de gobierno no pue-
Líderes históricos capaces de abrir caminos. La capaci-
dad de gobierno no es atinente solo a los altos puestos
den cambiar sin un cambio cultural. Se impone, consi-
de la dirección del estado, sino a los distintos niveles
guientemente, ocuparse también de la crisis ideológica,
de la acción social. Falta en el Informe de IDEA la con-
en un mundo que ya no es igual al del siglo pasado.
textualización histórica en la que se insertan las ten-
dencias de derecha, centro e izquierda. No es posible
La relación del líder con la historia es de doble
vía. Tolstoi la examina al relatar el curso general de
comparar las democracias de la región haciendo abs-
tracción de su trayectoria histórica.
los acontecimientos en La Guerra y la Paz (Tolstoi La
Guerra y la Paz, 2004, 903-906). Esta distancia, entre
En las asignaturas pendientes(
2014,14) el Infor-
la visión del líder y la que impera en su época, marca
me destaca los siguientes: el desajuste entre la política
los giros de la historia. El cambio de época demanda
y la sociedad; la desadaptación de los partidos políticos
una democracia en ejercicio.
REFERENCIAS
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[5]
__ Los 3 cinturones del gobierno,
[9]
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No 269, mayo-junio de 2017.
Revista de la Academia de Guerra del Ejército Ecuatoriano, Volumen 13. Núm. 1 Abril 2020. pp. 51- 51
