Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa
19
Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa (Vol. VI, No.2, 2021) pp. 19-35
El Narcotráco y el Terrorismo
en Ecuador
The drug trafcking and
the terrorism in Ecuador
Capt. De A. Paola E. Vargas Astudillo.
Ejército Ecuatoriano, Guayas, Ecuador
pevargasa86@gmail.com
Resumen
Según el autor norteamericano D. Rapoport, el terrorismo se divide en 4 oleadas: anarquista, anticolonialista,
la nueva izquierda y la religiosa, si bien esta clasicación ha sido identicada por la historia Latinoamérica
proyectó una particularidad, la tercera ola del terrorismo marcó una generación con eventos que excedieron
lo geopolítico y psicosocial, el cono sur se vio envuelto en un auge de partidos de izquierda militarizados
los cuales se radicalizaron generando un efecto dominó en lo político, económico y social, si bien, este tipo
de agrupaciones han desaparecido del escenario político actual, permanece silenciosa y gestante otro tipo
de amenazas vinculadas a estas organizaciones irregulares, de la mano de un recurso puntual: el dinero
del narcotráco. Esta combinación violenta y efectiva aparentemente ha dado lugar al narcoterrorismo,
que se ha vuelto un problema intrínseco particularmente en la franja norte de Ecuador, desarrollando una
subcultura y forjando una supuesta ideología social que discutiré a continuación.
Palabras clave: Cultura; Estado; FARC; Frontera; Ideología; Latinoamérica; Narco guerilla; Narcotráco;
Pobreza; Periodismo; Secuestros; Terrorismo.
Abstract
According to the North American author D. Rapoport, terrorism is divided into four waves, being anarchist,
anti-colonial, the new left, and the religious. Although this classication has been identied by history, Latin
America projected a particularity, where the third wave of terrorism marked a generation with events, which
exceeded the geopolitical and psychosocial. The Southern Cone was involved in a boom of militarized left
parties that became radicalized, generating a political, economic, and social domino effect. However, this
type of groupings has disappeared from the scene. As a current policy, other types of threats related to these
irregular organizations remain silent and growing due to drug money as a specic resource. This violent and
effective combination has given rise to narco-terrorism, which has become an inherent problem, particularly
in the northern fringe of Ecuador, developing a subculture and forging a supposed social ideology that will
be discussed below.
Keywords: Latin America, Guerrilla, Terrorism, Ideology, Drug Trafcking, Terrorism, FARC, Border,
Poverty, Culture, Journalism, Kidnapping, State.
Fecha de Recepción: 16/06/2021 - Aceptado: 31/07/2021 – Publicado: 15/09/2021
ISSN: 2477-9253 – DOI: https://dx.doi.org/10.24133/RCSD.VOL06.N02.2021.02
20
I. Introducción
Partiendo de lo simple, el terrorismo es denido por la Real Academia Española (RAE) como la dominación
por el terror, es decir, una sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror y la actuación
criminal de grupos organizados que reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear
alarma social con nes políticos; el sentido y denición de este fenómeno social, cultural e incluso bélico,
excede lo etimológico, más si nos enfocamos en la presencia del terrorismo en América del Sur, ya que
sus raíces van más allá de la descolonización; georreferenciando a Ecuador, en el año de 1809 comienza
el proceso propiamente tal del n de la colonia, su progreso fue arduo y paulatino y replicado en todo el
continente, este hecho histórico independentista se denominó como “Luz de América” (Lara, 2019).
En Latinoamérica en los siglos posteriores al período de independencia, cada nuevo estado era
gobernado por incipientes líderes que buscaban en los modelos europeos su forma de erigir una nación
íntegra y soberana, y mientras en la creciente República del Ecuador se designaba un presidente, en Rusia
ocurrió un hecho que la historia mantendría perenne como un fenómeno social: una revolución en pos de la
justicia y equidad económica que se desarrollaba con la frase de Vera Zasulich, quien crea el complicado
adjetivo: “yo no soy asesina, soy terrorista” (Gaido & Jozami, 2017) (ver Figura 1).
Figura 1: Vera Zasulich en 1878 atentó contra el general Trépov, gobernador de San Petersburgo
Figura 2: Gavrilo Princip en 1914, dispara contra el Archiduque y su esposa durante un desle en Sarajevo, Bosnia
En 1900 el terrorismo y su denición comenzó expandirse de forma global y singular, a transmutarse
según el grupo u organización social que lo enarbolaba, incluso llegando a abanderar a individuos que, en
solitario, perpetrarían actos drásticos y con consecuencias políticas decisivas, el ejemplo más notorio y
controversial después del Zasulich, sería el de un joven de 19 años, que con un disparo, desencadenó una
guerra mundial (BBC NEWS MUNDO, 2018) (ver Figura 2).
Vargas
Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa
21
Figura 3: Artículo del diario El Universo, detallando el operativo militar.
Un atentado a una gura de poder, el otro un magnicidio, cada uno en una época diferente, el primero
“venció” al popularmente llamado estado opresor y provocó la conformación de la Naródnaya Volya; el otro des-
encadenó acciones bélicas “diplomáticamente represadas” a nivel global, las cuales solo esperaban un iniciador,
la clave de ambos: el factor político intrínseco que los envolvía y sobre el cual lograron (o no) sus objetivos.
Volviendo al Ecuador de 1900, con su política propia apenas concretada, debatiéndose entre principios
republicanos y escándalos por corrupción, la primera crisis por un relevo presidencial ocurrió cuando el mandato
del presidente Eloy Alfaro terminaba en 1901 y el Partido Liberal tenía que elegir un candidato, la elección se
hizo en una atmósfera tensa entre las especulaciones de la prensa y la aprensión general; circulaban rumores
de que elementos de las fuerzas armadas estaban resueltos a impedir la elección de un civil (Rodríguez, 1998);
este panorama fue símil en el marco latinoamericano durante dos décadas, generando así una conciencia de
presencia militar por sobre el poder político en la sociedad. La construcción del temor social y el sentimiento
de abandono del Estado en términos de seguridad hacia los ciudadanos se aanzó sobre la premisa de que el
Estado debe brindar estabilidad a los mismos como un tratado bilateral de seguridad/libertad (Suárez-Iñiguez,
2018), esto generó un vacío que desde 1960 no ha sabido ser encarado asertivamente por los gobiernos; si el
estado falla y no brinda seguridad, la relación se rompe y se crea un vacío estructural, es decir, el ciudadano no
entrega su libertad al Estado, buscando así una organización paralela que si le garantice dicho derecho; creando
así la perfecta oportunidad de des cohesionar a una nación completa (Jordán, 2014).
En la búsqueda dogmática de un concepto con aristas más militarizadas, me permito acotar que de
la misma forma en la que se conceptualiza a la guerra como la continuación de la política por otros medios
(Clausewitz, 1999), se puede deducir que el terrorismo, al ser una desviación del uso de la fuerza letal - por
parte de civiles -, se vuelve una guerra “irregular”, y que este terrorismo se convierte en un fenómeno con
nombre propio: guerrilla (Guevera, 1960); de esta forma vendría a ser una continuación del signicado de la
guerra, es decir: todo acto de violencia terrorista per se es una continuación de la política; es decir, todo acto
terrorista/guerrillero, tiene un n político especico (absolutamente ningún acto terrorista es al azar).
En Ecuador destacó la fuerte inuencia colombiana (M-19) y nicaragüense (Revolución Sandi-
nista); surgiendo el llamado grupo subversivo Alfaro Vive Carajo (AVC), cuyos miembros pretendían
implantar una guerrilla contra los gobierno de la década de los ochenta, su principal método de nanciamiento
pretendió ser el secuestro de personajes importantes en el ámbito político social, además, fueron autores de
acciones armadas, asaltos y secuestros. La pertinente intervención de FF.AA, especícamente de la Unidad
Antiterrorista de la Brigada de Fuerzas Especiales del Ejército Ecuatoriano, ordenada por el entonces presi-
dente de derecha León Febres Cordero, fue la que determinaría de forma puntual la restauración del orden
con la muerte de su líder, Arturo Jarrín, y arresto de otros miembros de dicho movimiento, lo que provocó la
pérdida de fuerza de la misma (Oquendo, 2007) (ver Figura 3).
El Narcotráco y el Terrorismo
22
Luego de los ochenta, y la “desaparición” del movimiento guerrillero AVC, el terrorismo en
Ecuador fue una larga sombra que nos alcanzó desde el norte con las FARC desde 1964, y por el sur
con Sendero Luminoso desde 1980, grupos armados que desarrollaban sus acciones, siendo solo los
primeros los únicos que lograron establecerse casi de manera “formal” incluso logrando el epíteto
global de “la guerrilla más antigua del planeta”. La guerrilla buscaba generar el caos mediante el uso
ilegal de la fuerza letal y así lograr consolidar su objetivo en el panorama político regional, pero es
aquí cuando comenzó la bifurcación - en fondo y forma - de su accionar; en el marco internacional
tenemos a Norteamérica y Europa, en donde los actos de terrorismo comenzaron siendo aislados y
esporádicos, pero mantenían una ideología clara y fuerte: la religión; aquí se desarrolló concretamente
la denominada, por el nuevamente citado autor David Rapoport, la 4ta oleada del terrorismo (Rapport,
2004).
Pero, en el marco latinoamericano y especícamente en Ecuador, los movimientos terroristas
nacieron, se formaron y desaparecieron en los últimos 40 años en base a ideas “revolucionarias”
dependientes de la época, marcadas por una relación directa a tendencias políticas muy bien denidas,
mas no sobre una ideología religiosa o dogma de fe; el concepto de guerrilla no trascendió más allá
de la cordillera de los andes, siendo denominados terroristas fuera de América del Sur, la “guerra de
guerrillas” se disipaba en la selva y comenzó a tomar forma la lucha de los ejércitos latinoamericanos
contra los denominados grupos insurgentes.
Esto sucedió porque, en su apogeo, estos grupos no lograron dar forma a su aparente ideología
de justicia e igualdad social, mismos que desde 1990 veían sus operaciones afectadas por un elemento
más real y menos estoico: los recursos logísticos y su soporte; el apoyo “voluntario” del campesinado
no era suciente y paulatinamente los ingresos para sostener a personal, material y equipo se vio
sostenido por el soporte generado por el narcotráco, llevando una conexión directa con este sistema
constituido por sus cadenas de producción, manejo, proceso y tráco de estupefacientes; es así como
entre 1990 y 2010 paso a ser el principal motor logístico de las FARC y GAOs (Grupos Armados
Organizados); todo esto generó una obvia diferencia de conceptos y motivos que movían a los grupos
terroristas fuera del cono sur, distanciando la naturaleza del uso de la violencia y sobre todo el n de la
misma; el narcotráco desplazó la 4ta oleada religiosa planteada por Rapoport, lo que ha generado la
necesidad de exponer la peculiaridad propia que presenta el Ecuador como país latinoamericano.
II. Materiales y Métodos
Para el desarrollo de este artículo, he seguido la siguiente metodología de investigación:
a. Exposición de la teoría y conceptos: las Olas del terrorismo según David Rapoport como principal
inuencia en la categorización (moderna del terrorismo) y su evolución en la línea del tiempo de
forma global y enfocada en el Ecuador dentro del cono sur.
b. Revisión de la literatura, libros de texto, publicaciones de fuerzas de la seguridad, documentos
digitales y artículos web con temática afín al tema central de este documento.
c. Elaboración y desarrollo de las conclusiones nales, así como las consideraciones del mismo, es
decir referencias bibliográcas, anexos y demás que avalen el correcto desarrollo del mismo en
fondo y forma.
Vargas
Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa
23
III. Evaluación de Resultados y Discusión
3.1. Oleadas del terrorismo.
Se dene como oleada del terrorismo al ciclo de acontecimientos en un determinado período de
tiempo, caracterizado por fases de contracción y expansión, en las que una serie de grupos terroristas de
diferentes estados cometen acciones terroristas (Rapport, 2004); siendo la primera ola la de ideología
Anarquista, destacando el origen con la emblemática Narodnaya Voila, en esta época anarquista y
terrorista se consideraban sinónimos y surge el uso de articios bélicos (explosivos) como incitadores
del terror masivo en la sociedad. La segunda ola del terrorismo, Rapoport la denió como la de
ideología anticolonialista, como consecuencia del tratado de Versalles, ya que con el elemento terror
implantado, fue cuestión de seguir el mismo estilo de violencia para conseguir un cambio político
en varios Estados; luego en la tercera oleada, la que tiene una representación más activa en América
Latina, es donde se acogen con entusiasmo las ideologías socialistas europeas y se conforman grupos
terroristas que sufrieron su auge, apogeo y decadencia de manera progresiva.
Ahora con los conceptos claros, corresponde seguir con la cuarta ola que según lo plantea
David Rapoport es de índole religiosa (principalmente fundamentalista islámica) y es allí cuando
surge la siguiente pregunta: ¿Existe una relación entre la 4ta Ola del terrorismo según David Rapoport
y la situación actual en Ecuador dentro del marco geopolítico latinoamericano? La respuesta formal,
si me centro en el concepto puntual y literal de Rapoport es positiva, vemos a Ecuador dentro de
Latinoamérica de tres posibles maneras:
Como un país espectador remoto, no interactivo físicamente, del panorama global.
Como un país espectador interactivo al ser un lugar de tránsito de insurgentes, lobos solitarios
1
,
miembros de organizaciones terroristas, etc.
Como un país miembro interactivo económicamente dependiente del fenómeno terrorista global.
Es decir que Ecuador dentro del ámbito latinoamericano no se encontraría explícitamente
enmarcado dentro de la 4ta ola de índole ideológico religioso, pero en cierto grado interactuaría con
el mismo, siendo espectadores del fenómeno en sus inicios gracias al periodismo 2.0 y actualmente al
3.0 o periodismo ciudadano, el cual nos permite acercarnos al fenómeno social y poder ser “participes”
virtuales; “los medios digitales, en manos de miles de millones de personas, están cambiando las
instituciones y la práctica profesional del periodismo y, por tanto, también la propia naturaleza de la
democracia”. - Howard Rheingold
De igual forma, y gracias a las facilidades en cuanto a los trámites que se requiere para ingresar
a los países latinoamericanos (la no obligatoriedad de visas), ha permitido que sirva como sitio
de tránsito, descanso o abastecimiento a individuos que luego de un determinado tiempo, realizan
actividades de índole terrorista en su destino nal. Y por último, y siendo esta la única formalmente
denida, el Ecuador como país latinoamericano es dependiente de los estragos del terrorismo en
EE.UU y Europa en el ámbito económico, ya que el mercado de importaciones y exportaciones se ve
directa y proporcionalmente afectado por cualquier variante en el sistema económico extranjero, por
ejemplo el ataque del 11-S y el posterior ingreso bélico de EE.UU al medio oriente afectó en varios
ámbitos la economía no solo ecuatoriana sino de toda Latinoamérica (Estay, 2002), inuyendo con
1 1 Los lobos solitarios son individuos que realizan acciones terroristas sin el apoyo ni directrices de un grupo u organización y sin la inuencia de un líder. (Jordán,
Javier (2001). «Anders Behring Breivik: algunas consideraciones sobre la gura del ‘lobo solitario’ terrorista». Grupo de Estudios sobre Política y Seguridad Internacional.
El Narcotráco y el Terrorismo
24
acciones paralelas, como por ejemplo: el hecho de que EE.UU debió mermar su esfuerzo principal al
aún entonces activo Plan Colombia, para centrarse en un solo frente; eso sin contar, el hecho colateral
de la cantidad de latinos migrantes que se enlistaron para ir a una guerra, envolviéndonos de una u
otra forma y subjetivamente en un concepto global de “América contra el Islam”. Sin tan siquiera
haber tenido punto de injerencia en este hecho.
3.2. Terrorismo: Su desarrollo en América Latina
Como expone el principal referente de este artículo: “el terrorismo se asemeja al crimen en tanto en
cuanto cambia su forma y sus características” (Rapport, Las cuatro oleadas del terrorismo moderno,
2004), es un fenómeno que se adapta, evoluciona conforme al tiempo, al entorno psico-social, al factor
económico y sobre todo al factor político en el cual se encuentre enmarcado; lo ha venido haciendo
marcadamente desde 1879 y ha permanecido durante los ciento cuarenta y dos años siguientes, y
nada parece atisbar que su desarrollo se frene o se disipe globalmente, lo que ha ocurrido es su
ramicación y/o cambio de naturaleza ideológica, aquí podemos hacer énfasis en lo que hemos
acotado anteriormente, el terrorismo es la antítesis de la política, busca objetivos políticos como
objetivos a destruir mediante el uso de la fuerza.
Así el terrorismo latinoamericano surgió con un nombre propio, gracias a esta etiqueta llena
de simbolismo y cargada en historia, casi miticada (incluso aún en la actualidad) por los
simpatizantes, en su época de izquierda y en la actualidad por una amalgama de tendencias políticas
que solo permiten denotar la falta de liderazgo en el panorama latinoamericano contemporáneo; un
ejemplo de sus orígenes se puede resumir con esta frase: ""sin embargo, el guerrillero, es, no es sino todo
lo contrario; es el combatiente de la libertad por excelencia; es el elegido del pueblo, la vanguardia
combatiente del mismo en su lucha por la liberación." (Guevera, 1960). Es esta dicotomía en sus
inicios la que crea cambios en los conceptos terroristas a nivel global, en la mayoría de Latinoamérica
se genera un halo ideológico cargado de simbolismo marxista y leninista (por excelencia) pero
aplicado al rigor de las armas; es aquí que surge el termino Guerrilla, y es allí donde comienza a
difuminarse los preceptos ya sabidos/concebidos del terrorismo como fenómeno social.
Estos orígenes destacan, al menos en su discurso inicial, que ninguna guerrilla comenzó sus
acciones enfocándose en el narcotráco, o algún otro hecho ilegal que constituyera netamente un
delito de lucro a sus productores; los recursos logísticos de ese entonces se basaban en el campesinado
y sus aportes, sean estos en personal, medios y equipo (artesanal) pero ante todo mayoritariamente en
su apoyo ideológico. En síntesis: la aceptación en el origen de una conciencia “revolucionaria” como
una “voluntad política” de las masas populares, fue base para llevar a efecto cada revolución que se
concretó en América del Sur; generar una revolución en cada país usando como iniciador la propia
voluntad popular -pese a que ésta mayoritariamente gracias al arte popular, fue una idea insertada
de manera estratégica y precisa en la conciencia del proletariado de aquella época, e incorporó un
concepto: el foco insurreccional o guerrillero (Calduch , 1993).
El n de este denominado foco insurreccional mediante el empleo de la violencia tuvo como
destino el desencadenamiento y potencialización del enfrentamiento de las masas populares, ya
que eran ellas las que poseían las condiciones más favorables para que asimilen una conciencia
revolucionaria, por el abandono del Estado como única institución brindadora de seguridad integral
(Emmerich, 2015), y así desencadenar con un vórtice de represión desatada por las oligarquías locales
que pretendían acabar con la guerrilla. Esta relación dinámica de acción- represión, rememora, con
o sin conciencia de ello, a los inicios del terrorismo con el efecto reacción acción reacción o
Vargas
Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa
25
“por la propaganda” (Fabbri, 2009) y empuja al proletariado a decantarse en brindar su apoyo a la
violencia revolucionaria o liberadora como fuerza antagónica de la violencia represora del sistema,
quebrantándose de esta forma, el ya frágil e inestable equilibrio político basado en la democracia y la
legalidad formales de los estados capitalistas (Calduch , 1993).
3.3. Terrorismo en América Latina: Modus Operandi
El terrorismo es el uso del terror como herramienta principal para inuenciar, mover y consolidar
objetivos políticos, atacar y desmoronar las instituciones del poder estatal; su signicado ha sido
ampliamente debatido y redenido, cada vez se adentra más en nuestro pensamiento estratégico en
donde se esclarecen las similitudes en el desarrollo histórico del fenómeno terrorista, pero existe
un punto de quiebre puntual y donde destaca la peculiaridad del fenómeno social: las ideologías
religiosas y su inuencia o no.
Un claro e histórico ejemplo fue el grupo terrorista Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR) fue fundado en 1965, esta entidad fue una organización de extrema izquierda
chilena, que actuó bajo la directa tutela cubana, cuyo principal objetivo fue instalar la revolución
del estado marxista en Chile; su principal característica fue su accionar paramilitar desde 1967
(ver Figura 4).
Figura 4: Movimiento de Izquierda
Como referencia la revolución cubana encabezada en parte por Ernesto Guevara sirvió de ideal
y factor motivación a las juventudes comunistas emergentes en un Santiago de Chile que se mostraba
dubitativo en cuanto a su tendencia política, pero con fuertes tendencias allendistas que denirían
su pronto futuro como un hito entre los países comunistas de América Latina, llegó así por la vía
democrática el socialismo a Chile, y se pretendió perennizarlo una vez consolidado el gobierno de
Allende por la razón o la fuerza.
2
La intrínseca intención de convertirse en la vanguardia marxista-
leninista de la clase obrera y de las masas oprimidas de un Estado, y así lograr el derrocamiento del
sistema capitalista y su reemplazo por un gobierno de obreros y campesinos (Declaración de Principios
del MIR, 1965), a través de una lucha por una sociedad socialista que prepare las condiciones de
la sociedad sin clases y sin Estado: la sociedad comunista, manifestaba -de palabra- su rechazo al
terrorismo como un método para obtener sus objetivos, pero sin embargo, descartaba la vía pacíca
en el mismo maniesto político de adoctrinamiento, es decir, generaba una paradoja que era conocida
2 El lema “Por la razón o la fuerza” fue propuesto por José Miguel Carrera y Manuel Rodríguez. Se incorporó al Escudo nacional de Chile (1810-1914). Su texto
completo era: “Tras las tinieblas la luz, por la razón o la fuerza”
El Narcotráco y el Terrorismo
26
por la cúpula izquierdista, pero eran las masas del movimiento quienes la desconocían o se negaba a
ver las consecuencias del uso de la violencia.
Luego a Chile le sobrevino la resistencia al pronunciamiento militar de 1973 transformándose
así en fondo y forma en un movimiento guerrillero; es así que se trasforman los elementos terroristas
en organizaciones guerrilleras, al recibir la respuesta de fuerzas armadas de los Estados y empezar el
juego ya gestado de la Guerra de Guerrillas, ya que reciben un estatuto legal y reconocimiento formal
por parte del Estado; mucho se ha dicho en el contexto de Fuerzas Armadas y la seguridad estatal
sobre el efecto que este reconocimiento establece en contra de la misma institución militar, pues
jamás se debió dar una naturaleza paramilitar a estos movimientos sino seguir considerándolos como
delincuencia organizada.
En este marco, destaco tres aportaciones fundamentales que presentó la Revolución Cubana
a la mecánica de los movimientos revolucionarios no sólo en Chile sino en toda América Latina
(Guevera, 1960) y por consecuencia en Ecuador, enumeraremos las mismas de la siguiente manera:
Las fuerzas populares pueden ganar una guerra contra el ejército.
No siempre hay que esperar a que se den todas las condiciones para la revolución; el foco
insurreccional puede crearlas.
En la América subdesarrollada el terreno de la lucha armada debe ser fundamentalmente el campo.
3.4. El narcotráco como principal soporte de los recursos logísticos de la guerrilla.
Entonces entendemos que el terrorismo en Ecuador dentro del marco latinoamericano se desarrolló
cronológicamente a la par con el panorama mundial según las olas planteadas por Rapport, la nueva
izquierda o extrema izquierda se consolidó con voz y representantes propios, casi igualando y supe-
rando incluso a sus mentores marxistas-leninistas. Desde el año 2000, la tendencia terrorista global
fue el fundamentalismo religioso (islámico), marcando un antes y un después en nuestra conciencia
colectiva como espectadores del periodismo de primera generación. Los sucesos del 11 de septiembre
del 2001 nos sumergían en el ambiente global, quizá estereotipado, del yihadismo “criminal”, sin
entender que ya vivíamos nuestra propia lucha terrorista desde nes de los 80, misma que se transfor-
maría y perdería toda ideología posible ante la falta de guras mediadoras presentes y permanentes,
originando un fenómeno social violento y alternativo.
En esa misma época, el narcotráco comenzó a tener más inuencia en Ecuador, el principal
ejemplo de ello y el que afecta en mayor medida a ese país en la actualidad, es el conicto armado co-
lombiano, del que progresivamente se fueron alimentando en fondo y forma los grupos paramilitares
como la propia guerrilla, no por nada es esta la guerrilla más antigua del mundo, estando las últimas
dos décadas oscilando entre las negociaciones de seguir en los enfrentamientos bélicos o consolidar
una solución consensuada. (Santos, 2019). En la década del 2000 2010, Estados Unidos comenzó
a proveer asistencia económica, militar y técnica en la lucha contrainsurgente y antidrogas, en el
marco del denominado “Plan Colombia”, inyectando en 15 años unos US$10.000 millones al país
vecino del norte; esta acción contribuyó a la efectiva modernización de las Fuerzas Militares y Poli-
ciales, pero, paradójicamente en ese mismo lapso de temporal, las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC) lograron alcanzar el máximo número en sus las, con aproximadamente
20.000 hombres y mujeres en armas.
Vargas
Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa
27
El aumento del grueso en sus las, generó no solo un factor positivo en las capacidades de
operatividad (personal) de la organización terrorista, que se autodenominaron “guerrilleros”, sino que
creo una necesidad para poder sustentar sus capacidades en operabilidad (medios y equipos), surgió
la necesidad imperiosa de obtener recursos para sustentar el soporte logístico que implicaba una gue-
rrilla consolidada y en movimiento (Santana, 2018). Los aportes del campesinado, recurso amplia e
históricamente usado desde el Vietkong, Sierra Maestra hasta Angostura, resultaba nalmente escue-
to; una fuerza paramilitar, como su nombre lo indica, posee necesidades logísticas paralelas a las que
una fuerza militar legalmente conformada gestiona (ver Figura 5).
Figura 5: Fase del ciclo logísticos del Ejército de Ecuador. Manual de Logística del Ejército.
El ciclo de la determinación de las necesidades de recursos logísticos dentro de unas Fuerzas
Armadas debidamente conformadas, muestran un modelo a seguir puntual por una fuerza paramilitar,
en esta gura la Fuerza Militar determina las necesidades, identica los recursos, obtiene los mismos,
los ordena en sus instalaciones logísticas y nalmente los distribuye en la misma Fuerza. “La acción
de la logística debe concentrarse en mantener y acrecentar la capacidad combativa de las tropas en
toda circunstancia y escenario en que se actué, sin retrasar, entorpecer o condicionar el desarrollo de
las operaciones, evitando que las unidades vean afectadas la movilidad, la potencia de fuego, y el
rendimiento del potencial humano. La importancia de la logística es cada vez mayor en la medida que
las características de la guerra moderna (corta, rápida y violenta), van evolucionando en armonía y en
forma paralela con el desarrollo tecnológico.” (Ejercito Ecuatoriano, 2020).
La diferencia primordial y obvia, es que en Fuerzas Armadas es el Estado el proveedor en-
cargado de satisfacer las necesidades logísticas, pero ¿Quién es el encargado de dar solución a las
necesidades logísticas de una fuerza paramilitar?, ¿Podría el campesinado y sus limitados recursos
sostener toda la logística de combate, constituida por Intendencia, Material de Guerra, Transportes y
Sanidad?; la respuesta a las anteriores preguntas es negativa, los limitados recursos del campesinado
frente a las acrecentadas necesidades de la guerrilla se vieron sobrepasados y allí, justo en ese punto
donde los ideales promulgados de revolución se debatían entre seguir con su lucha armada o aceptar
la decadencia, optaron por gestionar otro ingreso de recursos, uno que en un principio se justicó
como algo emergente y temporal, algo que por ser “producto de la tierra” consideraron como apoyo
legal del campesinado, pero que con el paso del tiempo la guerrilla fue haciendo parte de no solo la
fase de producción, sino del procesamiento, tránsito y coordinaciones para su exportación (Emme-
rich, 2015); manejando así prácticamente el 100% de la obtención de recursos de lo que constituye en
sí la producción y tráco de narcóticos, es decir: el narcotráco.
El Narcotráco y el Terrorismo
28
De esta forma, y paralelamente en las dos últimas décadas del auge y decadencia de las FARC,
esta misma fuerza paramilitar convergía entre sus ideales aun remanentes y se divergía con un am-
plio número de facciones que llevaban como objetivo primordial mantener este sistema logístico: el
narcotráco; este modelo de obtención de recursos supuso un cambio paulatino pero fuerte en las
las de la guerrilla, misma que se fraccionó en grupos disidentes y GAOs, debilitando las propias
FARC pero creando un frente más amplio y más difícil de combatir por fuerzas regulares. Actual-
mente, estas facciones o grupos disidentes dominan la frontera entre Colombia y Ecuador de forma
“camaleónica”, excediendo las capacidades operativas (personal) de las Fuerzas Armadas de ambos
países al mezclarse con los civiles que allí habitan, mismos que por el abandono del estado como
ente proveedor de seguridad integral (Torres, 2019), han aceptado a estos grupos como su fuente de
recursos y de protección creando una relación viciosa y difuminando nalmente cualquier concepto
de autoridad e ideología.
3.5. Terrorismo y narcotráco: ¿Son lo mismo?
Del terrorismo ideológico a la conformación de una guerrilla que luego se fraccionó en diferentes
grupos disidentes, los denominados frentes de unas FARC que se han mantenido en negociaciones
formales y permanentes desde el 2012 y no asumen ante la ley el manejo del narcotráco como
fuente de sus recursos logísticos; más los grupos disidentes y facciones que decidieron mantener su
autonomía en operatividad y operabilidad en diferentes zonas de la frontera, maneja abiertamente
este medio como su único principal forma logística. De esta forma se explica cómo se transforman
las guerrillas que se desenvuelven en la frontera en grupos armados y legalmente reconocidas
como organizaciones criminales, develando la cadena del narcotráco: puedo indicar que su esla-
bón número uno se encuentra en las masas campesinas, mismas que han forjado en el cultivo de
la amapola, la coca o la marihuana, condiciones favorables y sucientes para subsistir; al avanzar
hacia fases superiores de la cadena productiva, el narcotráco se muestra como lo que empresarial-
mente es: una estructura que conforma redes de empresas que detrás de fachadas legales permiten
una amplia capacidad de adaptación en un circuito anónimo. (SECRETARIA EJECUTIVA DE
AMERIPOL, 2013).
El narcotráco visto como una empresa (ilegal) tiene los mismos procesos y necesidades en
su ciclo de comercio, y es allí donde la seguridad de su producción en el campo remoto ubicado en
las fronteras, hasta su exportación a puntos claves y estratégicos geográcamente referenciados,
fue asumida por la guerrilla que al generar este “servicio” de seguridad creó un remanente econó-
mico que excedía las necesidades logísticas, con ello surgieron también diferencias en la jerarquía
dentro de las guerrillas, potenciando los conictos internos y colaborando a la conformación de di-
sidencias que paralelamente se aliarían con carteles de narcotráco ya consolidados para así cerrar
su propio ciclo logístico (Torres, 2019).
Entre el 2002 y el 2010, las Bandas Criminales (BACRIM), actualmente denominados
Grupos Armados Organizados (GAO), Grupos Armados Organizados Residuales (GAOR) o
Grupos Delincuenciales Organizados (GDO), son unas de las tantas formas que los gobiernos
han nombrado a estos grupos que se definen como parte activa del actual conflicto armado in-
terno, pero que a su vez, se han identificado que tienen relaciones directas con organizaciones
mafiosas que operan en Colombia y fueran de ella, principalmente con los carteles de México
(ver Figura 6).
Vargas
Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa
29
Es esta naturaleza ambigua la que crea más que una ambivalencia de preceptos, una hi-
bridación de los mismos; es decir, si antes en sus inicios las FARC se basaban en una ideología
revolucionaria que la hizo ser la guerrilla más antigua, ideología que intentaron replicarla sin éxito
permanente en varios países del cono sur como en el Ecuador. La ideología del campesinado al
poder y de un gobierno socialista de justicia y equidad (sea este un modelo exitoso o no) se vio
eclipsada por el creciente interés, en teoría justicado, por un sostenimiento logístico emergente, es
decir, sobre la ideología de revolución del pueblo al poder, está el sistema logístico de la guerrilla,
y su generación de recursos por y para los guerrilleros, al ser ellos quienes brindan la seguridad al
ciclo de producción del narcotráco y al ser ellos quienes se ven abastecidos de los ingresos del
mismo, sea esto de forma centralizada o descentralizada en las diferentes facciones ya consolidadas
e identicados por los Fuerza Armadas regulares de Ecuador y Colombia.
Con todo lo expresado, el panorama se ve lo más alejado a lo que una ideología “revolucio-
naria” promete, es decir, un círculo vicioso de codependencia subjetiva del narcotráco, misma que
es dominada por las maas y carteles que sobrepasan los conceptos denidos dentro del marco del
terrorismo y la guerrilla, es decir: netamente delincuencia internacional organizada.
3.6. El narcotráco es un crimen, no una ideología.
Partiré de lo básico, al denir lo que es una ideología como el conjunto de ideas fundamentales que
caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso
o político (Real Academia de la Lengua Española); con este simple concepto puedo simplemente dar
por explicado este objetivo, pero el desarrollo del mismo encierra un fenómeno psico-social mucho
más fuerte: como los grupos culturales y sobre todo como las clases sociales autodenen sus propias
ideologías; en la frontera de San Lorenzo, entre Ecuador y Colombia existe un baja presencia del
Estado como ente protector, existe un imaginario popular e injusto de percibir al militar como
Figura 6: Escenarios en el ciclo del narcotráco en la frontera colombiana.
El Narcotráco y el Terrorismo
30
opresor y prácticamente nunca proveedor, ya que Fuerzas Armadas acciona operativamente en estos
sectores para frenar y erradicar las actividades de la narco guerrilla -frenando así paralelamente su
forma de comercio y subsistencia, que es ilegal, pero que ellos la asumen como vital- y lograr así
recuperar espacios no solo geográcos sino ideológicos en base al nacionalismo.
Los grupos sociales y culturales que allí habitan en esta zona de frontera son mayoritariamente
afroamericanos, que se desenvuelven hábilmente para subsistir entre el lado colombiano y ecuato-
riano con lo que la tierra les brinda, sea esto palma, plátano o coca, allí el pueblo no ha escuchado
nunca de los inicios del terrorismo, no conoce de su evolución cronológica ni medita sobre la dife-
rencia entre guerrilla y bandas criminales; para ellos existen lideres proveedores que abastecen sus
necesidades de seguridad y logística (Emmerich, 2015), misma que el Estado ha relegado ya sea por
no estar contemplado en la planicación de sus gobiernos o por no considerar a los habitantes como
pieza clave en sus objetivos, esto generó un vacío como ente proveedor de seguridad y dejo la puerta
abierta para la entrada de las organizaciones criminales.
El guerrillero o disidente “cabeza” es visto como un líder, en una sociedad dispersa, des-
cuidada, analfabeta y carente de recursos, la corrección de lo que es o no una ideología excede sus
intereses básicos: solo y solo si, cuando las necesidades básicas son satisfechas, las necesidades
complementarias podrán ser atendidas. Por ejemplo, en la misma población de San Lorenzo de Wal-
ter Arízala, alias “Wacho”, líder del grupo disidente o facción “Oliver Sinisterra”, él era visto por los
niños y adolescentes como un modelo a seguir, como ejemplo de un hombre protector y proveedor,
afrodescendiente, guerrillero y sobre todo una autoridad (Torres & Arroyo, 2019). Para quienes ve-
mos esta sociedad, geográca, política y económicamente aislada, desde fuera, identicamos los con-
ceptos y podemos -o intentamos- corregirlos en cierta forma, pero, la realidad social y su apreciación
varía según cada nicho; lo que para una población es un acto de liderazgo para otra es un atropello,
lo que para algunos es crimen para otros es una lucha por subsistir; no existen diferencias cuando no
se conocen la realidad de los conceptos y es esa ignorancia y la falta de una educación integral lo que
mueve a todos los guerrilleros, disidentes y civiles a ser parte de ese ciclo del narcotráco.
El narcotráco al ser denido como: el tráco de estupefacientes a gran escala y al con-
gurarse como delito de peligro abstracto y consumación anticipada cuya punibilidad se asienta en la
situación eventual del peligro que nace de las conductas descritas en la gura penal (Diccionario Pan-
hispánico del Español Jurídico, 2020), no puede ser considerado como parte de un movimiento
cultural, religioso o político, por lo tanto no puede denirse como base de sus ideas y por ello no
puede ser considerado jamás una ideología, como si lo fue el anarquismo, el anticolonialismo, la
nueva izquierda (socialista) y como lo es la religión; pero, donde no existe ni cultura, ni religión ni po-
lítica presente, la ideología, sea cual fuere cae en una doble negación, hecho que deja un conveniente
vacío a quienes pretenden convertir el narcotráco en una forma de subsistir vilmente justicada por
la necesidad, tratando de inculcarla de forma permanente y normal; de tal forma podemos denir lo
siguiente:
El narcotráco no se puede denir como una ideología y menos aún como si se manejara
en base a un ideal.
Debemos separar la denición e identicación de la narco guerrilla y la del narcotráco.
Los libros de periodismo investigativo sobre los gobiernos, la narco guerrilla y las FARC;
es material digno de ser retroalimentado, mas no asimilado per se.
Vargas
Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa
31
Al hablar de ideología, conceptualmente, obedece a un proceso cientíco, que en las cien-
cias políticas terminan siendo los partidos políticos, es decir un partido político sin ideo-
logía viene ser sólo un grupo de gente con una aspiración u objetivo social; la ideología
es resultado que surge de un proceso cientíco que determina socialmente a nivel político
cual es la tendencia o línea que debe seguir determinado grupo humano.
El estado separó el narcotráco con la ideología política que los movimientos terroristas
pretendían implementar, es decir no puedes juntar delincuencia con ideologías políticas.
La disidencia se negó a esto, y se mantiene aún en la frontera activa, allí los pueblos que
amparan, sean por obligación o necesidad, a estos actos de producción de drogas, no salen
de la pobreza y situación extrema, es decir si tuviesen una ideología esta carece de moral y
no busca un cambio social, es decir se anule a sí misma.
Esta postura, basada en el conocimiento y en el trabajo in situ en frontera y tras más de 10 años
conociendo el marco de las operaciones en el ámbito interno, me permitió contribuir a que este artícu-
lo concluyera con una premisa fundamental en su desarrollo: ninguna ideología puede tener como
base la ilegalidad. Adicionalmente destaco la función de la denominada franja de seguridad, es decir
un distancia de 20 kilómetros de longitud alrededor de todo el cordón fronterizo de responsabilidad
del ejército, donde este maniobra en acciones de ámbito interno, es decir en apoyo directo a la Policía
Nacional y en acciones propias como defensa del territorial nacional, en esta franja está autorizado el
uso de la fuerza según el decreto 647 que cita textual: “Apruébense las Zonas de Seguridad del Estado
que estarán bajo control de las Fuerzas Armadas, en los espacios terrestre, marítimo y aéreo” (Minis-
terio de Defensa Nacional, 2018); de esta forma, y explícitamente deniéndolo, el narcotráco es un
crimen al cual FF.AA le hace frente y seguimiento con el uso de la legal de la fuerza letal, ninguna
posible ideología terrorista o pseudo- revolucionaria tiene cabida en este concepto; el narcotráco no
puede ser la base de una oleada sui generis latinoamericana del terrorismo, ya que cada una de ellas
es denida por una ideología o una antología de las mismas.
3.7. Posibles futuros factores desencadenantes del terrorismo.
Finalmente, teniendo en cuenta el desarrollo de los conceptos sobre terrorismo, narcotráco y las
injerencias en Ecuador como país latinoamericano; cabe a lugar exponer cual sería el posible pano-
rama de Latinoamérica ante un futuro incierto sobre los fenómenos terroristas e inter-mésticos. Si
bien, Ecuador no tiene aún conictos mayores a los colaterales ya asumidos en la frontera norte con
Colombia, en Chile por ejemplo se debate desde el 2018 la posible categorización de la comunidad
Mapuche como “terroristas” lo cual crearía un debate internacional al ser el primer país que cataloga-
ría una etnia autóctona como un organización terrorista, este es solo un ejemplo del delicado y variado
panorama latinoamericano, es decir, cada país maneja una realidad con conictos diferentes que,
según como estos sean enfrentados desarrollados, podrían constituir las futuras y denidas oleadas
del terrorismo latinoamericano.
Varios factores como los recursos no renovables, el uso de las fuentes hidrográcas, el domi-
nio de las plataformas digitales y sobre todo el control del sistema de comunicación, redene que la
tecnología no es el elemento causal ni el único que interviene en todos estos posibles desenlaces, es
evidente que los riesgos y las oportunidades del futuro estarán muy condicionados por la emergencia
de un nuevo contexto tecnológico y su poder para transformar los valores sociales, la economía y la
distribución de poder (Buezo, 2020); quizá suena un futuro distópico, pero concebir estos factores no
El Narcotráco y el Terrorismo
32
está alejado de la realidad problema, varios podrán ser los factores que desaten el uso de la violencia,
cada vez vemos más movimientos sociales y políticos que radicalizan y extreman sus medidas de
protesta, es así, como a diario la violencia sigue siendo un método de control y sumisión del pueblo,
sea este por parte del estado o de una organización paralela llámese este grupo terrorista, guerrillero
o una vez más, un grupo armado o banda criminal; es decir, hasta que límite se pueden restringir las
libertades y que dene si es válido limitar unas y no otras (Suárez-Iñiguez, 2018); al nal el descono-
cimiento genera rechazo, el rechazo alienta el miedo y quienes controlan ese miedo lograran controlar
las masas (ver Figura 7).
Figura 7: Terrorismo y antiterrorismo, Mario Toboso Buezo (autoría original)
IV. Conclusiones y Trabajo futuro
En base al desarrollo de este artículo, se podrían validar o negar algunas premisas aquí plasmadas,
la redenición de conceptos, así como, la ubicación dentro del marco legal pertinente de las acciones
de grupos armados que permitieron marcar las diferencias de David Rapoport y sus tesis (Las cuatro
oleadas del terrorismo moderno) que comprenden un marco general pero no global, que denen períodos
Vargas
Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa
33
de tiempo limitados por hechos históricos claramente identicados, más la 4ta oleada denida en base al
fundamentalismo religioso, podemos denir que esto no se enmarca en el escenario ecuatoriano, por lo tanto
el terrorismo moderno en el Ecuador no es otro sino una amalgama peligrosamente en desarrollo que viene
desde la época de la colonia cuando aceptó todas las gobernanzas que le fueron impuestas -por no poder
negarse a ello- pero con el anticolonialismo, surgieron nuevos panoramas en cuanto a tipos de gobiernos se
reere, y de la misma forma surgieron los modelos antagónicos de manera casi paralela; luego de la 3era
oleada la cual fue la más emblemática y con hechos históricos que conformaron el panorama político, inclu-
so con repercusiones actuales, en toda Latinoamérica, puedo concluir lo siguiente:
a. La evolución del terrorismo global y mediáticamente asumido, especícamente el de índole religiosa
propiamente tal, no tiene actividad directa y puntual en Ecuador como país latinoamericano,
no logró ni logra (aún) un papel protagónico en el desenvolvimiento social, político o cultural;
logrando afectar solo colateralmente al sistema económico exportador-importador con relaciones
internacionales ya constituido, el mismo que debió adaptarse en su momento a este panorama,
asumiéndolo en la actualidad como un detalle más de los procesos formales; más sin constituir
estos un perjuicio mayor a la economía latinoamericana.
b. En la mayoría de Latinoamérica se desarrolló una ola alternativa del terrorismo, con sus
particularidades, pudiendo denir esta como una prolongación de la nueva izquierda, ahora
militarizada, la cual actualmente está difusa pero presente en la frontera norte entre Ecuador y
Colombia, misma que se ramicó y fraccionó generando grupos disidentes los cuales abandonaron
las ideologías de la revolución adoptando una naturaleza formal nueva: la de organizaciones
criminales, puesto que Guerrilla y Narcotráco en sus deniciones básicas no se constituyen
como un símil de conceptos, pero convergen en un determinado número de acciones paralelas,
estos paralelismos se centran en una forma viciada del mismo fenómeno: la narco guerrilla, que
es tan solo un conjunto de grupos armados organizados, legalmente catalogados e identicados
como bandas criminales.
c. Finalmente, el narcotráco es un hecho delictivo y no es una ideología, y por este motivo jamás
puede ser el motor de un evento o escenario terrorista; el narcotráco es un acto delictivo que ha
escalado en la sociedad por la falta de apoyo y control regional precedente y por el territorio antes
tomado por el movimiento guerrillero, ahora asumido y fraccionado de tal manera que ha creado
varios frentes a los cuales Fuerzas Armadas ecuatorianas y colombianas hacen un meritorio frente,
buscando erradicar estas bandas criminales y así poder implantar una verdadera ideología a la
sociedad civil que habita esas zonas: el nacionalismo, el cual tendrá éxito, si y solo si, el estado
asume su total responsabilidad como única institución capaz de brindar la seguridad integral, es
decir: social, salud, educación y bienestar a todos y todas sus habitantes.
Referencias Bibliográcas
BBC NEWS MUNDO. (10 de Noviembre de 2018). El magnicidio que fue el detonante de la Primera
Guerra Mundial. El atentado de Sarajevo contra Francisco Fernando, Redacción.
Buezo, M. (2020). Terrorismo y Antiterrorismo. Mollet del Vallè: Instituto de Seguridad Pública de Cataluña.
Calduch , R. (1993). Dinamiza de la Sociedad Internacional. Madrir: CEURA.
El Narcotráco y el Terrorismo
34
Clausewitz, C. (1999). De la Guerra. Madrid: Ediciones del Ministerio de Defensa de España.
Diccionario Panhispánico del Español Jurídico. (2020). Diccionario Panhispánico del Español Jurídico.
Madrid: Asociación de Academias de la Lengua Española.
Ejercito Ecuatoriano. (2020). Manual de Logistica. Quito: Comando Educación y Doctrina Tererestre.
Emmerich, N. (2015). Una teoría política para el narcotráco. Quito: IAEN.
Estay, J. (2002). La guerra innita. Hegemonía y terror mundial.
Fabbri, L. (2009). Carlo Pisacane: la vita, le opere, l'azione. Roma: Liber Liber.
Gaido , D., & Jozami, M. (2017). Revista de Historia Social y de las Mentalidades. (Ejemplar dedicado a :
Conmemorando los 100 años de la Revolución Rusa), 145-187.
Guevera, E. (1960). Guerra de Guerrillas. Cuba: Edición Anotada.
Jordán, J. (2014). Los origenes del terror. España: Biblioteca Nueva.
Lara, J. (2019). Historia de Quito. Quito: Fonsal.
Ministerio de Defensa Nacional. (2018). Política de la defensa nacional del Ecuador "Libro Blanco". Quito-
Ecuador: Instituto Geográco Militar.
Oquendo, D. (2007). Voces en el papel, contraolvido. Quito, Ecuador: Paradiso Editores.
Rapport, D. (2004). Las cuatro oleadas del terror insurgente y el 11 de septiembre. El nuevo terrorismo
islamista, 11-S al 11-M 46. .
Rapport, D. (2004). Las cuatro oleadas del terrorismo moderno. Zaragoza: Fundación Manual Giménez
Abad de Estudios Parlamentarios y del Estado Autonómico., 12.
Rodríguez, L. (1998). Política y poder en el Ecuador. Los Angeles, California: University of California,
1830-1925.
Santana, K. (2018). ANGOSTURA: la inteligencia, el espejo oculto de la seguridad. . Quito: IAEN.
Santos, J. (2019). Una batalla por la Paz . Barcelona - España: Ediciones Península.
SECRETARIA EJECUTIVA DE AMERIPOL. (2013). Análisis situacional del narcotráco "Una perspectiva
policial". Bogotá-Colombia: Calamar Edición & Diseño.
Suárez-Iñiguez, E. (2018). Sobre el cambio en la relación libertades-seguridad, un ensayo.
Torres, A. (2019). El juego del Camaleón. Quito: Eskeletra.
Torres, A., & Arroyo, M. (2019). Rehenes. Quito: Vórtice.
Vargas
Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa
35
Referencias de Figuras
Figura 1: Vera Zasulich en 1878 atentó contra el general Trépov, gobernador de San Petersburgo. https://
www.portaloaca.com/historia/biograas/11737-vera-zasulich-la-mujer- que-baleo-al-gobernador-
de-san-petersburgo.html
Figura 2: Gavrilo Princip en 1914, dispara contra el Archiduque y su esposa durante un desle en Sarajevo,
Bosnia. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-46159592
Figura 3: Artículo del diario El Universo, detallando el operativo militar. https://www.robertoisaias.com/
es/
Figura 4: Chile. Cincuenta y cinco años del Movimiento de Izquierda Revolucionaria en la memoria de sus
militantes Hace 55 años nació el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); por Sergio Medina
Viveros 12 noviembre, 2020. https://werkenrojo.cl/chile-cincuenta-y-cinco-anos-del-movimiento-
de-izquierda-revolucionaria-en-la-memoria-de-sus-militantes- hace-55-anos-nacio-el-movimiento-
de-izquierda-revolucionaria-mir/
Figura 5: Fase del ciclo logísticos del Ejército de Ecuador. Manual de Logística del Ejército.
Figura 6: Escenarios en el ciclo del narcotráco en la frontera colombiana.
Figura 7: Terrorismo y antiterrorismo, Mario Toboso Buezo (autoría original).
El Narcotráco y el Terrorismo