46
I. Introducción
La Escuela de Soldados del Ejército ESFORSE es una Unidad Académica Especial, considerada
una institución de educación superior, conformada por 1230 aspirantes, entre 18 y 23 años,
distribuidos en primer y segundo año. El personal de aspirantes se integra a la institución para
participar de la formación de tecnólogo en ciencias militares, título emitido por la Universidad de
las Fuerzas Armadas ESPE (como institución de educación superior) y la ESFORSE (como entidad
formadora).
El 62% de los aspirantes tienen problemas con el hábito de lectura; lo cual se refleja en
la poca motivación que tienen hacia la misma. En este contexto, la institución busca inducir
en el estudiante el hábito de lectura desde su ingreso a la formación militar, considerando que
provienen de diversas culturas y estratos sociales. Lo que se pretende es convertir a la lectura en
una necesidad y actitud voluntaria, ya que es de suma importancia en la formación militar y los
diferentes niveles de educación superior. El esfuerzo y tiempo dedicado a la lectura tiene relación
con la redacción de documentos e informes de las normativas militares. Lectura y escritura tienen
un vínculo importante.
Las competencias lectoras están acompañadas de conductas individuales, mismas que al ser
estructuradas conllevan al individuo a conseguir de manera inconsciente esta competencia. Es
ahí donde el hábito de lectura permite al aspirante adquirir procedimientos organizados, formas
o costumbres lectoras, que le admiten desplegar y desarrollarse apropiadamente en los diversos
ámbitos de la vida profesional. Esto se ampara en el reconocimiento que los diferentes organismos
internacionales dan a la lectura; por ejemplo, para la Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) es “la forma que tenemos para acceder a los
conocimientos, a la participación activa en la sociedad (leer un contrato, leer una boleta, leer
un precio, leer la hora de un pasaje, etc.), dado que vivimos en un mundo letrado cada vez más
complejo” (UNESCO, 2016, p. 12).
Sánchez (1987) menciona que los hábitos de lectura son una capacidad adquirida que
predispone al sujeto a la lectura. No obstante, se tiene en cuenta que, tanto en la adquisición como
en el desarrollo del hábito, se presentan factores o agentes que favorecen o dificultan su progresión;
estos se denominan factores intervinientes. A su vez, algunos autores como Katsikas y Leontsini
(1996), Anderson, Wilson y Fielding (1988), Gilardoni (2006), Murillo et. al (2003), y Galicia y
Villuendas (2011, p. 58) comentan que las variables que indican la presencia de hábitos lectores
son: la cantidad de lectura, número de libros leídos en un periodo de tiempo determinado, tiempo
de lectura (número de horas dedicadas a leer) por placer en una unidad temporal determinada, la
frecuencia de asistencia a la biblioteca y la actitud a la lectura.
Considerando estas variables e identificando que durante el proceso de enseñanza-aprendizaje
existen errores de gramaticales y redundancia semántica y dialéctica al momento de realizar
narrativas, el presente documento representa un primer acercamiento a conocer la situación sobre
los hábitos de lectura en una comunidad de estudiantes. Para ello se realizó una encuesta a una
muestra representativa de los aspirantes de la ESFORSE con el propósito de describir la situación
de los aspirantes, buscando conocer a los responsables de la situación y considerar sus estrategias y
objetivos, para proyectar algunas posibles soluciones psicosociales, militares de seguridad y defensa
de la soberanía del Estado ecuatoriano.
Gutiérrez, Garcés y Muñoz