Revista de Ciencias de Seguridad y Defensa
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Al mismo tiempo que acaecían estas revoluciones en diferentes países pro rusos, y siendo Rusia incapaz
de sofocarlas, otras ex repúblicas soviéticas aprovecharon para ingresar en la EU y la OTAN, como es el
caso de Letonia, Lituania, Eslovenia y Eslovaquia en 2004. Quedando el espacio post-soviético en la zona
europea favorable para el bloque de la Alianza Atlántica. En la zona del Cáucaso también existieron con-
ictos con diversos países que conguraron el espacio soviético, como por ejemplo Georgia, que alcanzó la
independencia en 1989, pero entró en una guerra civil que vio su n en primera instancia en 1993 mediante
el acuerdo de paz rmando entre Yeltsin y Shevardnadze. Pero no fue hasta 1995 con la rma del Memorán-
dum de entendimiento rmado entre Shevardnadze y el presidente de Osetia del Sur, Ludvig Chibírov, que
la región se pacicó. Sin embargo, con la caída de Shevardnadze y el acercamiento de Mijeíl Saakashvili a la
OTAN debido a la revolución de las Rosas, el conicto se avivó. Por una parte, Rusia se opuso al ingreso en
la OTAN de Georgia, así como apoyó la independencia proclamada de Osetia del Sur en 2006. El deseo de
mantener a Osetia del Sur independiente a Georgia obligó a Rusia a intervenir abiertamente en el conicto,
dando lugar a la Guerra de Georgia en 2008 (Yaniz Velasco, 2008).
Pese a que dicha invasión consiguió su objetivo principal, que era evitar el ingreso de Georgia en la OTAN,
mostró al mundo un ejército ruso inecaz y desfasado armamentísticamente. Hechos que le obligaron a
incoar una serie de reformas militares, debido a una imperiosa necesidad de transformar totalmente la orga-
nización militar y mejorar la coordinación del ejército durante los conictos, con el n de dar una respuesta
más ecaz y corregir las debilidades que se mostraron, ejemplo de ello es el programa State Armaments
Programs (SAP, 2011-2020) (Campos Robles, 2017).
Dicha situación se volvería a repetir en 2014, cuando la revolución ucraniana conocida como Euromaidán
obligó al presidente Víktor Yanukóvich a huir a Rusia, quedando el país en manos de gobiernos proocciden-
tales. El origen de dicha revolución fue la negación del presidente Yanukóvich a rmar un tratado de libre
comercio con la UE, al intentar un acercamiento hacia Rusia. La huida de Yanukóvich y el acercamiento de
Oleksandr Turchínov (presidente interino) y de Petró Poroshenko (presidente electo) hacia la EU y OTAN,
obligó a Rusia a apoyar los movimientos separatistas del Dombáss, así como el reconocimiento de la inde-
pendencia de la península de Crimea (Cedeño Eduarte, Rodríguez Beita y Sánchez Varela, 2021). Todo ello,
con el objetivo de crear un muro de contención, actuación que ya había repetido en el pasado con Trans-
nistria (1992) y Osetia del Sur (2006). Dicha actuación presentó una alta repercusión para Rusia, que fue
sancionada por la UE y quedó aislada en la esfera internacional.
Con el n de salir del ostracismo internacional que acarreó su intervención en Ucrania, Rusia decidió in-
tervenir en el conicto sirio y apoyar al presidente Bashar al-Ásad en 2015. Por una parte, para proteger su
único puerto en el mediterráneo, la base naval de Tartus (Lopezosa García, 2018) y por otra, aprovechando
el vacío de poder que Estados Unidos deja en Oriente Medio, intervino para convertirse en el nuevo adalid
de la lucha contra el terrorismo (Notte, 2016). Esta intervención se caracterizó por una gran precisión de las
tropas rusas que, en coordinación con el ejército regular sirio, consiguieron recuperar gran parte del territo-
rio y acabar con el dominio físico del autodenominado Estado Islámico (EI).
La victoria supuso el regreso de Rusia como actor internacional relevante, por ser el nuevo líder de la lucha
antiterrorista, así como, reforzar su posición geoestratégica con el mantenimiento y reforma del puerto de
Tartus (Lopezosa García, 2018).
Estas actuaciones muestran cómo la política internacional de Rusia cambia considerablemente desde la
década de los 90, que se centraba más en una reconstrucción interna durante el tiempo de gobierno del
presidente Yeltsin (1991-1999) a una intervención externa en la que busca mantener o recuperar la cuota de
poder perdida durante el gobierno del presidente Putin (1999-actualidad). Este periodo bajo el mandato de
Cómo afecta la política exterior y conictos armados rusos a la población nlandesa