Las provincias de Esmeraldas y Carchi, fueron el escenario en el cual 118 cadetes de la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, desarrollaron diversas actividades relacionadas con la vinculación comunitaria y las prácticas pre-profesionales. Este programa se llevó a cabo entre los días 14 y 18 de julio de 2014, en cumplimiento de la programación de este instituto de formación de oficiales del Ejército ecuatoriano y la Universidad de las Fuerzas Armadas-ESPE.

Carchi, fue la primera provincia en recibir a esta numerosa delegación de jóvenes militares, quienes realizaron actividades de seguridad de fronteras y control de pasos ilegales en los destacamentos de Santa Bárbara, El Carmelo, Chical, Tufiño y Maldonado. Al tiempo en que llevaron a la práctica sus conocimientos teóricos, en el tema de la seguridad fronteriza, también realizaron el reconocimiento in situ de los límites territoriales colombo ecuatorianos, allí donde el peligro trasciende las fronteras por efecto del narcotráfico y migración.

Estas prácticas de control de fronteras, se desarrollaron con la coordinación del mayor Marlon Luna, comandante de la Cuarta Compañía de la ESMIL y las autoridades militares del Comando de Operaciones Norte, acantonado en Atuntaqui, provincia de Imbabura. Estas prácticas de control de personas, vías y vehículos, retroalimentan la formación profesional, e identifican los nuevos roles de Fuerzas Armadas en el tema de la seguridad ciudadana.

SEGURIDAD Y VINCULACIÓN EN ESMERALDAS

La segunda fase de esta marcha se desarrolló en Esmeraldas, provincia en la cual los cadetes desplegaron una dualidad en sus actividades: la seguridad y la vinculación con la sociedad; en los cantones Esmeraldas, San Lorenzo, Quinindé y Atacames.

En cuanto a las prácticas de seguridad ciudadana, la doctrina fue aplicada en diferentes turnos durante las 24 horas. Ésto, permitió que los cadetes se adapten a futuros escenarios determinados en las nuevas misiones castrenses, tomando en cuenta que en esta provincia se percibe un mayor grado de peligrosidad.

El fortalecimiento cívico, fue la segunda misión programada en este evento. Los cadetes dictaron conferencias en decenas de centros educativos de nivel básico y bachillerato de los cuatro cantones mencionados. El contenido de aquellas conferencias, estaba relacionado con la historia e importancia del conocimiento de nuestros símbolos patrios: Bandera, Escudo e Himno, y su trascendencia en la identidad nacional.

Este viaje inolvidable para la juventud militar, tuvo su sello final con la organización y ejecución de un concurso de oratoria con un tema central: Eloy Alfaro y sus acciones patrióticas en la provincia de Esmeraldas. En este encuentro académico se dieron cita diez estudiantes, quienes representaron a sus colegios, demostrando su capacidad retórica y su apego a la historia local.

De todo este conjunto de actividades que completan la formación profesional de los cadetes, próximos oficiales del Ejército ecuatoriano, se concluye que la planificación acertada, sumada a la disciplina y al entusiasmo de los actores, hizo de esta expedición militar una valiosa experiencia, tanto en el tema de la seguridad ciudadana, como en la vinculación con la sociedad; pues, la teoría no es suficiente cuando se tiene un escenario específico para su aplicación.